Amnistía y HRW aseguran que las atrocidades siguen ocurriendo en el norte del país a pesar de la firma del acuerdo de paz en Pretoria
MADRID, 2 Jul. (EUROPA PRESS) -
Estados Unidos ha retirado a Etiopía de su lista de países "actualmente implicados en graves violaciones de los derechos humanos" en una decisión adoptada para facilitar la ayuda económica al país africano tras una guerra devastadora, y que no obstante ha desatado las críticas de ONG como Amnistía Internacional o Human Rights Watch (HRW), que ha asegurado que las atrocidades en el país siguen su curso.
La retirada de Etiopía de la lista, recogida en una notificación del Departamento del Tesoro de EEUU, ha sido confirmada por fuentes próximas a la decisión tanto al magacín 'Foreign Policy' como a la radiotelevisión pública etíope, FANABC. Según el memorándum, el departamento que dirige Janet Yellen recomienda a las instituciones financieras estadounidenses e internacionales que "dejen de rechazar préstamos o asistencia técnica" al país africano.
Amnistía Internacional y HRW han condenado sin paliativos esta decisión a pesar de la paz que avanza en el país tras el acuerdo de noviembre de 2022 en Pretoria (Sudáfrica) que puso fin a dos años de conflicto entre el Ejército etíope y su aliado, Eritrea, contra el Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF); uno de los conflictos más violentos de la historia reciente del continente, que dejó entre 100.000 y 600.000 fallecidos, según fuentes oficiales o de la Unión Africana.
Ambas ONG han denunciado que todos los bandos en conflicto han seguido perpetrando crímenes contra los DDHH a pesar del alto el fuego de Pretoria; en particular en zonas como el oeste de Tigray, escenario de una limpieza étnica todavía en curso, según avisó HRW en junio.
Hay que recordar que el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, reiteró en marzo de este año la determinación de su gobierno a la hora de que todas las partes en el conflicto en el norte de Etiopía -- tanto el TPLF como las Fuerzas de Defensa Nacional de Etiopía, las Fuerzas de Defensa de Eritrea y las fuerzas del vecino estado de Amhara cometieron crímenes contra la humanidad, "incluidos asesinatos, violaciones y otras formas de violencia sexual y persecución".
Ahora, la decisión del Tesoro supone un retroceso para los supervivientes del conflicto. "La decisión no solo ignora la realidad de que continúan las graves violaciones de los derechos humanos en todo el país, sino que envía una señal desastrosa de que la determinación de EEUU para perseguir atrocidades, en realidad conlleva pocas consecuencias", en palabras de la directora en Washington de HRW, Sarah Yager.
La directora nacional de Relaciones Gubernamentales y Defensa de Amnistía Internacional Estados Unidos, Amanda Klassing, se muestra igual de contundente. "La Administración Biden pretende poner los Derechos Humanos en el centro de su política exterior, pero esta declaración no cumple con esa promesa", lamenta antes de denunciar que "desde el cese de las hostilidades, las autoridades etíopes no han dado pasos significativos hacia la justicia y la rendición de cuentas por los crímenes cometidos durante el conflicto en el norte de Etiopía".
"La decisión ha sido adoptada antes de que hayamos podido ver un compromiso con la justicia, mientras continúan los informes de las violaciones de los Derechos Humanos, en una decisión políticamente conveniente a expensas de los supervivientes y de las víctimas", concluye Klassing.