Sergei Lavrov, John Kerry y Staffan de Mistura tras una reunión sobre Siria
MICHAEL DALDER / REUTERS
Actualizado: viernes, 12 febrero 2016 3:34


MADRID, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -

Los gobiernos de Estados Unidos y Rusia han anunciado este jueves un plan de entrega de ayuda humanitaria en varias ciudades sirias sitiadas, proceso que será seguido por un alto el fuego que debería allanar el camino al reinicio de las conversaciones.

"Hemos acordado aplicar un cese de las hostilidades a nivel nacional en una semana", ha dicho el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, que ha descrito el plan como "ambicioso".

"La verdadera prueba es si todas las partes cumplen estos compromisos", ha agregado, en una rueda de prensa junto a su homólogo ruso, Sergei Lavrov, según ha informado el diario estadounidense 'The New York Times'.

Por su parte, Lavrov ha recalcado que el resultado de la reunión de este jueves --en la que también ha participado el enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura-- "es la confirmación de la resolución de la ONU sobre Siria".

Asimismo, ha expresado la preocupación de Moscú por los intentos de la oposición de "dañar los esfuerzos para resolver la crisis humanitaria", reclamando a Estados Unidos y sus aliados que utilicen su influencia para convencer a estos grupos para que cooperen con la ONU.

Por último, Lavrov ha recalcado que las negociaciones de paz deberían retomarse lo antes posible y sin condiciones previas, tal y como ha recogido la agencia rusa de noticias Sputnik.

AYUDA HUMANITARIA

El texto del acuerdo alcanzado por el Grupo Internacional de Apoyo a Siria (ISSG) contempla que "el acceso humanitario comenzará esta semana a las zonas sitiadas" y que el organismo "elaborará en una semana modalidades para un cese de las hostilidades a nivel nacional.

"Para acelerar la entrega urgente de ayuda humanitaria, la entrega deberá comenzar esta semana por aire en Deir Ezzor y simultáneamente en Al Fua, Kafraya y las áreas sitadas en Damasco rural, Madaya, Muadamiya y Kafr Batna por tierra", ha agregado.

En este sentido, ha recalcado que "el acceso humanitario más urgentes a estas áreas será un primer paso hacia un acceso sin restricciones en todo el país", al tiempo que ha apuntado que los miembros del ISSG "usarán su influencia sobre todas las partes para, en coordinación con la ONU, garantizar que las partes permiten inmediatamente el acceso de ayuda".

El grupo ha indicado además que "la ayuda no debe beneficiar a ningún grupo en particular, y debe ser garantizada por todas las partes para todos aquellos que la necesiten", pidiendo además avanzar para lograr que la ONU sea autorizada a realizar las entregas pendientes.

CESE DE HOSTILIDADES A NIVEL NACIONAL

Por otra parte, el ISSG ha acordado que "un cese de las hostilidades a nivel nacional debe ser aplicado de forma urgente y aplicarse a todas las partes participantes en hostilidades militares o paramilitares".

Sin embargo, ha resaltado que quedan al margen de este alto el fuego "el Estado Islámico, el Frente al Nusra --rama en Siria de la organización terrorista Al Qaeda-- y otros grupos designados como terroristas por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas".

"El cese de las hostilidades comenzará en una semana, tras la confirmación del Gobierno y la oposición, tras las consultas apropiadas en Siria", ha añadido, explicando que "si bien el cese de hostilidades puede facilitar el acceso humanitario, no puede ser una condición previa para este acceso en ningún lugar del país".

TRANSICIÓN POLÍTICA

En otro orden de cosas, los países miembro del ISSG han reafirmado "el imperativo de que todas las partes participen en las negociaciones bajo los auspicios de la ONU lo antes posible", señalando que "es el pueblo sirio el que debe decidir el futuro del país".

"Los miembros del IISG prometen hacer todo lo posible para facilitar un progreso rápido en las negociaciones, incluyendo lograr un acuerdo en seis meses sobre un plan de transición política que establezca una gobernanza creíble, inclusiva y no sectaria", ha dicho.

Este plan de transición debería contemplar además "un calendario y un proceso para redactar una nueva Constitución, celebrar elecciones libres y justas (...) en 18 meses bajo la supervisión de la ONU", recordando que en ella "deben poder ser electos todos los sirios, incluidos los miembros de la diáspora".

EL CONFLICTO EN SIRIA

Unas 470.000 personas han muerto en los casi cinco años de guerra civil en Siria, según un informe publicado este jueves por el think-tank Syrian Center for Policy Research, en el que se analiza las consecuencias que el conflicto ha tenido en el plano social y económico para el país.

Según el informe 'Confrontando la fragmentación', unas 470.000 personas han muerto mientras que la esperanza de vida ha quedado reducida a 55,4 años, mientras que en 2010 era de 70,5 años. En concreto, el texto señala que "el 11,5 por ciento de la población de Siria han muerto o ha resultado herida por el conflicto armado".

Siria ha visto en estos cinco años como su población pasaba de 21,8 millones de habitantes en 2010, a 20,21 millones en 2015, cuando para esa fecha se preveía que fuera de 25,59 millones. En este tiempo, según los datos recabados por este think-tank, 3,11 millones de sirios se habían refugiado en otros países mientras que 1,17 millones emigraron en busca de trabajo y una vida mejor.

Entre los que se quedaron en el país, hay unos 6,36 millones de desplazados internos, mientras que 13,8 millones perdieron sus trabajos y con ello su fuente de ingresos durante el conflicto. Actualmente, Siria tiene una tasa de paro del 52,9 por ciento.

La consecuencia de esta destrucción de empleos y de la inseguridad ha sido que el 85,2 por ciento de la población se encontrara en situación de pobreza a finales de 2015, mientras que el 69,3 por ciento están en extrema pobreza, lo que significa que son incapaces de cubrir sus necesidades alimentarias básicas.

Otra de las consecuencia de la guerra es que la tasa de escolarización ha caído drásticamente hasta el 45,2 por ciento. Según los datos de 2014 recogidos en el informe, el 35 por ciento de los que no van a la escuela lo hacen por el temor de sus padres por su seguridad, el 21 por ciento por problemas financieros y porque tienen que trabajar para ayudar a sus familias, y el 19 por ciento porque sus escuelas fueron destruidas o dejaron de funcionar.

Más noticias

Leer más acerca de: