Archivo - El presidente de Egipto, Abdelfatá al Sisi (archivo) - Dario Pignatelli/European Counci / DPA - Archivo
Arabia Saudí carga contra la postura de Israel de mantener el despliegue militar en el corredor Filadelfia
MADRID, 4 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Egipto ha acusado al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, de intentar "distraer a la opinión pública israelí" con sus últimas declaraciones sobre sus planes para la Franja de Gaza y sus afirmaciones sobre la entrega de armamento a grupos palestinos a través de la frontera con Egipto.
Netanyahu afirmó el lunes que el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) recibe armas a través de la frontera y sostuvo que este flujo de armamento no tuvo lugar sólo bajo el fallecido presidente Mohamad Mursi, vinculado con Hermanos Musulmanes, sino durante el mandato del fallecido Hosni Mubarak y "otros", en aparente referencia al actual presidente, Abdelfatá al Sisi.
El Ministerio de Exteriores egipcio ha respondido con un comunicado en el que expresado su "rechazo categórico" a las palabras de 'Bibi', al que acusa de "intentar usar el nombre de Egipto para distraer a la opinión pública israelí, obstruir un acuerdo de alto el fuego e intercambio de detenidos e impedir los esfuerzos de mediación llevados a cabo por Egipto, Qatar y Estados Unidos".
"Egipto rechaza igualmente todas las afirmaciones formuladas por funcionarios israelíes en este sentido", ha dicho, al tiempo que ha subrayado que El Cairo "responsabiliza al Gobierno israelí de las consecuencias de emitir este tipo de declaraciones, que empeoran aún más la situación y buscan justificar sus políticas agresivas y provocativas, que llevan a una escalada en la región".
Por ello, ha destacado en un comunicado publicado a través de su cuenta en la red social Facebook que "Egipto afirma su disposición a seguir jugando su papel histórico a la hora de encabezar el proceso de paz en la región de una forma que respete la paz y la seguridad regional y logre la estabilidad para todos los pueblos de la región".
Las críticas llegan apenas un día después de que el ministro de Exteriores egipcio, Badr Abdelati, expresara su firme rechazo a la insistencia de Netanyahu sobre el mantenimiento del despliegue de militares israelíes en el corredor Filadelfia al margen de cualquier posible acuerdo para un alto el fuego o el fin del conflicto en la Franja de Gaza.
De esta forma, incidió en que El Cairo "rechaza de forma inequívoca" que Israel mantenga el control del corredor y dijo que esta posibilidad es "inaceptable", horas después de que Netanyahu reiterara su voluntad de mantener este plan, respaldado la semana pasada por el Gobierno israelí.
Netanyahu reiteró el lunes su exigencia de mantener la presencia militar israelí en el corredor Filadelfia, que separa la Franja de Gaza de Egipto, uno de los principales escollos para un acuerdo con Hamás que incluya un alto el fuego y la liberación de los rehenes secuestrados el 7 de octubre que se encuentran retenidos en la Franja de Gaza.
Las declaraciones de Netanyahu fueron criticadas también por Arabia Saudí, que cargó contra "las palabras desde Israel sobre el corredor Filadelfia" y "los absurdos intentos de justificar las continuadas violaciones israelíes de las leyes y normas internacionales".
El Ministerio de Exteriores saudí subrayó en un comunicado que Riad "expresa su solidaridad y apoyo a Egipto ante las acusaciones israelíes" y advirtió sobre "estas declaraciones provocativas y sus consecuencias a la hora de socavar los esfuerzos de mediación" en las conversaciones indirectas entre Israel y Hamás.
Por último, destacó "la importancia de poner fin al sufrimiento del pueblo palestino" y "la necesidad de esfuerzos internacionales concertados para permitirles materializar su derecho a la autodeterminación y el establecimiento de su Estado independiente en las fronteras de 1967, con Jerusalén Este como capital".
El Ejército de Israel lanzó una ofensiva contra Gaza tras los citados ataques del 7 de octubre, que se saldaron con unos 1.200 muertos y cerca de 250 secuestrados. La ofensiva deja hasta la fecha más de 40.800 palestinos muertos, según las autoridades gazatíes, controladas por Hamás, una cifra a la que se suman más de 680 muertos en Cisjordania y Jerusalén Este a manos de las fuerzas israelíes o colonos.