EL CAIRO 29 Ago. (Reuters/EP) -
El Gobierno egipcio ha propuesto endurecer las penas para aquellos que realicen rituales de mutilación genital femenina, algo que, según han advertido grupos de defensa de los Derechos Humanos, aunque es positivo, podría provocar que la práctica pase a la clandestinidad, lo que resulta incluso más peligroso para las víctimas.
El Gobierno presentó el domingo un borrador de ley, que aún tiene que ser aprobado por el Parlamento, con el que los acusados por mutilación genital femenina se enfrentarán a al menos siete años de cárcel. Los que sean acusados de acompañar a una mujer a uno de estos procedimientos pueden llegar a ser condenados con hasta tres años de prisión.
Con la legislación actual, una persona puede ser condenada a un máximo de dos años de cárcel por realizarle la ablación a una joven. Esta ley fue aprobada en 2008, después de que una niña de 11 años perdiese la vida mientras era sometida a esta práctica.
La Incitativa Egipcia por los Derechos Humanos, un grupo activista que lucha contra esta tradición, ha aplaudido la iniciativa del Ejecutivo egipcio, pero ha advertido de que es muy probable que no consiga que la gente deje de hacerlo, sino que comiencen a realizar este tipo de rituales en la clandestinidad.
"También va a provocar que se reduzca el número de denuncias por mutilación genital femenina, ya que al castigar a los acompañantes, los familiares y amigos de las víctimas van a tener miedo a denunciar", ha explicado Dalia Abd el Hameed, miembro de la ONG.
La mutilación genital femenina o ablación es una práctica que afecta a más de 140 millones de niñas y mujeres en África y en ciertas partes de Oriente Próximo y Asia. La operación consiste en cortar el clítoris a la víctima para que no pueda sentir placer durante el coito. En la inmensa mayoría de los casos se realiza sin ningún tipo de garantías sanitarias, en el suelo y con herramientas rudimentarias.
Es percibido por muchas culturas como un rito necesario para pasar a la edad adulta, una forma de conservar la pureza de la joven y así asegurar su futuro matrimonio. No obstante, es un procedimiento que puede causar graves problemas de salud y en ciertas ocasiones, hasta la muerte.
MUY COMÚN EN EGIPTO
Alrededor de nueve de cada diez mujeres de entre 15 y 49 años han sido víctimas de la ablación en Egipto. De acuerdo con Naciones Unidas, en el 80 por ciento de los casos, la operación ha sido realizada por profesionales médicos.
Sin embargo, la proporción de jóvenes de entre 15 y 17 años que han sido sometidas a este ritual ha bajado más de tres cuartas partes desde el año 2008. En la actualidad, sólo seis de cada diez han sido sometidas a esta operación.
"A pesar de que hemos visto que se ha reducido el número de casos de mutilación genital femenina en Egipto, muchos profesionales médicos siguen sin rendir cuentas por llevar a cabo esta horrible operación", ha declarado Suad Abu Dayyeh, de la ONG Equality Now
En enero de 2015, el doctor Raslan Fadl fue condenado por homicidio involuntario en el primer juicio por mutilación genital femenina de Egipto, que tuvo lugar después de que una niña de 13 años muriese en medio del procedimiento. Aunque Fadl fue condenado a dos años de prisión, todavía no ha comenzado a cumplir su sentencia.
Grupos de Derechos Humanos denuncian que la ley actual no ha sido aplicada y que dentro de la sociedad la mutilación genital femenina sigue siendo algo positivo. "Mucha gente todavía relaciona la idea del honor con la ablación, así que no se trata tanto de endurecer la ley cómo de tratar de cambiar la conciencia de la gente", ha explicado Reda al Danbouki, del Centro de Orientación y Asistencia Legal de las Mujeres.