MADRID 26 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los Ejércitos de Egipto y Emiratos Árabes Unidos (EAU) han llevado a cabo dos bombardeos contra las posiciones de las milicias islamistas que combaten en la capital de Libia, Trípoli, según han indicado cuatro fuentes gubernamentales estadounidenses al diario 'The New York Times'.
En base a estas informaciones Egipto y EAU, aliados cercanos de Estados Unidos, habrían actuado sin informar a Washington, dejando a la Administración de Barack Obama al margen de la operación militar.
Sin embargo, altos cargos egipcios han negado de forma explícita en reuniones con diplomáticos estadounidenses que El Cairo haya tenido papel alguno en la operación militar, en lo que supone un nuevo golpe a unas relaciones deterioradas entre ambos países.
"No hay aviones ni fuerzas egipcias en Libia, y ningún avión egipcio ha participado en acciones militares en el interior de Libia", dijo el lunes el presidente egipcio, Abdelfatá al Sisi, según informó la agencia estatal de noticias, MENA.
Las fuentes estadounidenses consultadas por 'The New York Times' apuntan a que el papel de Egipto fue facilitar bases militares para que los bombardeos se llevaran a cabo por parte del Ejército emiratí.
Por su parte, EAU no ha negado oficialmente su papel, si bien el ministro de Estado para Asuntos Exteriores, Anwar Gargash, ha dicho que las denuncias sobre el papel emiratí "es una distracción" por parte de las milicias islamistas", según un diario estatal del país.
Los bombardeos en Trípoli son parte de una lucha de poder a gran escala entre los autócratas árabes y los movimientos islamistas, que se han visto reforzados tras la 'Primavera Árabe' y han aumentado su cuota de poder en la gran mayoría de los países de la región.
Desde el derrocamiento en julio de 2013 del entonces presidente egipcio Mohamed Mursi, el nuevo Gobierno --cercano al expresidente Hosni Mubarak-- y sus aliados Arabia Saudí y EAU, han lanzado una campaña para hacer retroceder lo que consideran una amenaza planteada por movimientos islamistas como Hermanos Musulmanes. En el lado opuesto, se encuentran los gobiernos de Turquía y Qatar.
Los ataques en Trípoli llegan al hilo de la destrucción de un campamento militar cerca de la localidad libia de Derna, uno de los bastiones de las milicias islamistas en el este del país, por parte de un grupo de "fuerzas especiales" que operó desde Egipto y que estuvo mayoritariamente integrado por militares emiratíes.
Por el momento se desconoce el impacto que puede tener la participación de Egipto y EAU en el conflicto, en medio de los intentos internacionales por lograr una solución pacífica acordada entre ambas partes. Además, se suma a la decisión de Qatar de entregar armas y apoyo a las milicias islamistas libias, lo que hace temer que se trata de una nueva guerra subsidiaria en la región.
"En todas partes, en Siria, Irak, Gaza, Libia, e incluso lo que ha ocurrido en Egipto, hay una polarización regional, con Arabia Saudí y EAU en un lado y Qatar en Turquía en el otro, que ha sido un impedimento enorme a los esfuerzos internacionales para resolver cualquiera de dichas crisis", ha valorado Michele Dunne, asociada del Carnegie Endowment for International Peace y antigua especialista sobre Oriente Próximo del Departamento de estado.
Las disputas entre Qatar y EAU en Libia se retrotraen al levantamiento contra el Gobierno de Muamar Gadafi, cuando ambos países apoyaron a las milicias que combatieron a las fuerzas de seguridad, si bien Abu Dhabi respaldó a ciertas milicias tribales, incluidas las de Zintan, y Doha lo hizo a los grupos islamistas armados.
LOS COMBATES EN TRÍPOLI
Los enfrentamientos comenzaron el pasado 13 de julio, cuando milicianos de distintas brigadas islamistas lanzaron la Operación Fajr (Amanecer) para arrebatar el aeropuerto a brigadas de tendencia liberal originarias de Zintan que controlan estas instalaciones desde la caída del régimen de Muamar Gadafi.
Todas estas brigadas, tanto las atacantes como las que controlan el Aeropuerto son reconocidas oficialmente como fuerzas legales por el Gobierno libio y están todas ellas formalmente bajo su control.
Las milicias islamistas aliadas lograron este fin de semana tomar el Aeropuerto Internacional de Trípoli, tras lo que acusaron a la aviación egipcia de bombardear sus posiciones.
Libia vive una gran inestabilidad desde la caída del Gobierno de Gadafi, el 20 de octubre de 2011, debido, sobre todo, a la negativa de las milicias que ayudaron a derrocarle a entregar las armas y unirse a las fuerzas regulares.
SITUACIÓN EN BENGHAZI
Por otra parte, se suceden los enfrentamientos entre las fuerzas de la 'Operación Dignidad', con la que es conocida la ofensiva lanzada por el general renegado Jalifa Haftar contra las milicias islamistas de Ansar al Sharia presentes en el este del país, han sufrido varias derrotas en las últimas semanas, y el grupo ha llegado a declarar un emirato islámico en Benghazi.
Ansar al Sharia está catalogado por Washington como una organización terrorista y ha sido acusado del asalto al Consulado estadounidense en Benghazi en 2012. Cuatro norteamericanos murieron en este ataque, incluido el entonces embajador, Christopher Stevens.
La declaración del emirato islámico de Ansar al Sharia llegó tras meses de enfrentamientos y un mes después de que el Estado Islámico --antiguo Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS)-- anunciara la creación de un califato islámico en los territorios que controla en Irak y Siria.