EL CAIRO, 24 May. (Reuters/EP) -
Un investigador egipcio ha revelado este domingo que las autoridades del país árabe enviarán al extranjero la 'caja negra' del avión de EgyptAir en caso de que sea localizada con daños materiales. Sin embargo, el jefe de los forenses egipcios niega que el análisis apunte a una explosión.
En declaraciones a la cadena de televisión egipcia CBC, Hani Galal ha subrayado que las autoridades analizarán la 'caja negra' en caso de que sea encontrada intacta, pero que en caso contrario sería enviada al extranjero para recibir ayuda con las pruebas.
El fiscal general egipcio, Nabil Sadek, a cargo del caso, ha solicitado a su homólogo francés que le entregue toda la documentación posible acerca del periodo en el que la aeronave estuvo en el aeropuerto Charles de Gaulle de París y en el espacio aéreo francés. Sadek también ha solicitado a las autoridades griegas información acerca de las conversaciones entre los controladores aéreos griegos y el avión siniestrado.
El vuelo de EgyptAir número 804, que cubría la ruta de París a El Cairo, desapareció de los radares al entrar en el espacio aéreo egipcio durante la madrugada del jueves. A bordo se encontraban diez miembros de la tripulación y 56 pasajeros, de los cuales 30 eran egipcios y 15 de nacionalidad francesa.
Los barcos y aviones que se encuentran rastreando el mar al norte de Alejandría han encontrado restos humanos, pertenencias personales y diversas partes del fuselaje del Airbus A-320, pero siguen intentando localizar las 'cajas negras', fundamentales para la resolución del caso.
Investigadores franceses afirman que el avión envió una serie de señales de alarma indicando que había sido detectado humo en el interior de la aeronave, poco antes de que desapareciese la señal del radar. Por el momento se desconoce la causa del humo o del posible incendio y los expertos en aviación todavía no han averiguado si se trata de un sabotaje deliberado o de un fallo técnico.
El ministro de Defensa griego, Panos Kammenos, informó el pasado viernes de que los radares griegos captaron variaciones de rumbo muy abruptas en la trayectoria del avión egipcio. El avión pasó de encontrarse a altitud de crucero estable a llegar a situarse a una altura de tan sólo 4.500 metros sobre el nivel del mar. Poco después desapareció de forma definitiva de todos los radares.