MADRID, 13 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Fiscalía General de Egipto ha anunciado que investigará las acusaciones formales vertidas contra diez personas por su presunta vinculación a la producción y difusión de la película 'Inocencia de los Musulmanes', vista por grupos radicales como una ofensa contra el Islam y que ha desatado incidentes violentos ante la Embajada estadounidense en El Cairo y el consulado del país norteamericano en la ciudad libia de Benghazi, donde fallecieron cuatro miembros de la legación, entre ellos el embajador del país en Libia, Christopher Stevens.
El portavoz del fiscal general, Adel el Said, ha indicado que se han recibido cinco demandas legales respecto a la película --que ha conseguido gran difusión a través de Facebook y YouTube-- por su contenido ofensivo contra Dios, la fe islámica y el profeta Mahoma.
La cinta ha generado una ola de protestas en el mundo islámico por la representación que ofrece del profeta Mahoma, una figura sagrada para el Islam, que termina convertido en 'Inocencia de los Musulmanes' en un personaje mujeriego, un loco y un falso musulmán.
El Said ha manifestado que las autoridades creen que varios activistas coptos están detrás de la producción de la película y de su difusión a través de las redes sociales en Internet, según ha informado el diario egipcio 'Al Ahram'.
La película está producida por varios egipcios coptos asentados en Estados Unidos con el respaldo del pastor cristiano Terry Jones, que provocó importantes disturbios en Afganistán en 2010 por llamar a la quema del Corán. Este mismo martes, Jones participó en un juicio simbólico contra el profeta Mahoma con motivo del undécimo aniversario de los ataques del 11 de septiembre de 2001.
En respuesta a las críticas vertidas contra la película, los actores y el equipo técnico que trabajaron en la misma se han desmarcado este miércoles del contenido de la cinta y han acusado al productor y director, Sam Bacile, de haberles engañado. "Estamos muy apenados por las tragedias que han ocurrido", ha dicho el equipo de la película en el comunicado, recogido por la cadena de televisión CNN.
El equipo implicado en la cinta, unas 80 personas, ha difundido un comunicado para mostrar su "decepción" y señalar como único responsable del contenido a Bacile, al que han acusado de manipulador. Según la versión de actores y técnicos, "reescribió el guión" sin comunicárselo al resto del personal.