MADRID, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades iraníes han anunciado este martes que han ejecutado a Mohamad Ghobadlu, que estaba acusado de matar a un agente de la Policía de Irán y de herir a otros cinco durante las protestas convocadas tras la muerte bajo custodia de la joven kurdo-iraní Mahsa Amini en septiembre de 2022.
Las acusaciones contra Ghobadlu han sido examinadas por dos tribunales independientes, que han confirmado el cargo de "asesinato intencional", así como otros delitos, incluido "corrupción en la tierra", según reza un comunicado publicado por la agencia de noticias Mizan, vinculada al Poder Judicial de la República Islámica.
El acusado, tal y como ha indicado la citada agencia, confesó sus delitos, en particular el atropello de los agentes con la intención de matarlos. El juicio se ha llevado a cabo con la presencia de Ghobadlu y su abogado designado, varios testigos presenciales y peritos forenses. Su equipo legal alegó trastorno mental, sin embargo, los médicos señalaron que "no se observan" síntomas ni evidencias de un "trastorno psiquiátrico".
Ghobadlu fue condenado en noviembre de 2022 tras un ataque contra un vehículo policial en Teherán que se saldó con la muerte de un policía. En diciembre, el Supremo rechazó la apelación del condenado y ratificó su condena a muerte, si bien en las autoridades iraníes suspendieron en febrero de 2023 su ejecución mientras se investigaba la acusación por homicidio.
Varias ONG denunciaron alrededor de 500 de personas muertas a causa de la represión de las protestas, mientras que las autoridades negaron su responsabilidad en la muerte de Amini y acusaron a países occidentales de azuzar las protestas, pese a que reconocieron algunos abusos y excesos por parte de las fuerzas de seguridad.