NAIPYIDÓ 26 Jun. (Reuters/EP) -
El Ejército de Birmania ha arrestado este lunes a tres periodistas que regresaban de cubrir un acto en territorio controlado por el Ejército de Liberación Nacional Ta'ang (TNLA), una milicia étnica enfrentada al Gobierno en la provincia de Shan, en el noroeste del país, según informes de la Policía.
Los reporteros pertenecen a 'Irrawaddy' y 'Democratic Voice of Burma', ambos medios son independientes del Gobierno y publican en inglés y birmano. Los periodistas iban acompañados de otros cuatro hombres que el Ejército no ha identificado.
"En cualquier país del mundo los periodistas tenemos que cubrir información desde las dos partes del conflicto. Estamos haciendo nuestro trabajo y no creemos que sea un error", ha dicho por teléfono a Reuters el director de 'Democratic Voice of Burma', Aye Chan Naing.
El acto del TNLA al que han acudido los periodistas ha sido similar al celebrado este lunes por las autoridades de Tailandia y Birmania, que han quemado toneladas de estupefacientes por el día internacional contra el tráfico ilícito de drogas.
El Ejército ha acusado a los arrestados de tener comunicación con el TNLA, una formación que consideran "ilegal" porque se "opone al estado de derecho del país haciendo uso de las armas". Los arrestados han sido trasladados a un cuartel en Lashio, dentro también de la provincia de Shan, según ha informado la Policía.
El Ejército no ha especificado los motivos de la detención, aunque podría aplicarse la Ley de Asociación Ilegal, una norma divulgada durante la colonización que fue después empleada durante la dictadura militar para reprimir a la disidencia y que condena a entre dos y tres años de cárcel a las personas que se asocian con grupos ilegales.
LA LIBERTAD DE PRENSA EN BIRMANIA
Estos nuevos arrestos ponen de manifiesto las restricciones crecientes a las que se enfrenta el país en cuanto a la libertad de prensa.
A principios de junio, cerca de 100 reporteros convocaron una concentración contra la legislación actual y en defensa de la libertad de expresión tras la demanda del Ejército a dos reporteros por un artículo crítico.
Pese a la presión de organizaciones de Derechos Humanos, el Gobierno de Suu Kyi ha mantenido leyes redactadas por la anterior junta militar y no ha hecho ninguna declaración contra las cada vez más frecuentes detenciones a periodistas y activistas.
"Las leyes son aplicadas de manera caprichosa a los periodistas, crean un ambiente hostil para la prensa y sólo sirven para ahogar aún más la libertad de expresión", ha denunciado el analista de Human Rights Watch en Rangún, Richard Weir.
"La reciente oleada de ataques contra los periodistas es un aviso de que la represión permanece en Birmania y el Gobierno rara vez vacila en ejercerlas para silenciar a sus críticos y opositores", ha sentenciado.