MADRID 6 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Ejército de Birmania ha informado este martes de su retirada de varias zonas cercanas a la frontera con China con el objetivo de priorizar y salvaguardar la "seguridad de la población" mientras avanza la ofensiva de la alianza rebelde, puesta en marcha hace casi diez meses.
"En relación con la situación en el estado de Shan, las fuerzas de seguridad han abandonado sus posiciones anteponiendo la seguridad de la zona y de la gente", ha indicado el jefe de la junta militar que gobierna el país desde el golpe de Estado de 2021, Min Aung Hlaing.
Así, ha asegurado durante un discurso televisado que el Gobierno "seguirá tratando de garantizar la paz y la estabilidad, no solo en el estado de Shan sino en la nación al completo".
La decisión de la junta llega después de que el Ejército de la Alianza Democrática Nacional de Birmania (MNDAA, por sus siglas en inglés) haya cosechado avances en la lucha contra el Ejército a lo largo de la que es la mayor ruta comercial con China, situada en la frontera oriental del país asiático.
Los rebeldes se han hecho recientemente con el control de varios puestos militares tras semanas de enfrentamientos, lo que ha supuesto un duro golpe para la junta. La alianza rebelde ha dicho haberse hecho con el control completo de las bases militares del mando militar del noreste del país en Lashio, según un comunicado difundido el fin de semana.
El portavoz de la junta, el general Zaw Min Tun, ha admitido que el Ejército ha perdido el contacto con algunos de los altos cargos del mando en la región debido a los intensos combates, según informan varios medios locales.
La ofensiva, denominada Operación 1027, se ha desarrollado en las regiones de Shan, Mandalay, Sagaing, Magwe, Bago y Tanintharyi y ha permitido a los insurgentes tomar decenas bases militares, según recoge el portal de noticias Irrawaddy, afín a la oposición.
La alianza de guerrillas, conocida como Alianza de la Hermandad, aglutina al Ejército de la Alianza Democrática Nacional de Birmania (MNDAA), el Ejército de Liberación Nacional Taang (TNLA) y el Ejército de Salvación Rohinya de Arakán. Todos ellos están tratando de acorralar al Ejército birmano.
El golpe de Estado del 1 de febrero de 2021 fue perpetrado por el Ejército para anular los resultados de las elecciones generales de noviembre de 2020, en las que la Liga Nacional para la Democracia (NLD) de Aung San Suu Kyi se hizo con la mayoría parlamentaria, argumentando que había habido fraude, una afirmación cuestionada por observadores internacionales.
La asonada fue el inicio de una dura campaña de represión contra opositores, activistas y manifestantes. La Asociación de Asistencia a Presos Políticos (AAPP) estima que más de 27.000 personas han sido detenidas desde el golpe de Estado, de las cuales 20.715 siguen encarceladas. Además, la AAPP cifra en 5.480 los fallecidos como consecuencia de la acción violenta de las fuerzas militares desde la asonada.