RANGÚN 12 Oct. (Reuters/EP) -
El jefe del Ejército birmano, el general Min Aung Hlaing, ha asegurado este jueves que los rohingyas no son "nativos" birmanos sino "bengalíes" traídos al país por los "colonizadores", al tiempo que ha acusado a los medios de comunicación de estar exagerando las cifras de refugiados de esta comunidad llegados a Bangladesh procedentes del estado birmano de Rajine.
El general Hlaing ha lanzado este mensaje en una reunión que ha mantenido con el embajador de Estados Unidos, Scot Marciel, en la que no ha respondido a las acusaciones que pesan sobre los militares birmanos por supuestos abusos cometidos con los rohingyas desde el inicio de la última ola de violencia el 25 de agosto, según ha contado en su página de Facebook el representante diplomático norteamericano.
El general Hlaing es el líder más poderoso de Birmania, un país con mayoría de población budista, y mantiene una postura invariable con respecto a la comunidad rohingya, a pesar de las críticas internacionales y de grupos de Derechos Humanos por la persecución que sufre esta comunidad minoritaria. El Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Husein, ha denunciado que la campaña militar birmana en Rajine contra los rohingya es una "limpieza étnica" y ha exigido al Gobierno que ponga fin a la operación.
El general Min Aung Hlaing llama a los rohingya "bengalíes", un término que es considerado despectivo y ha asegurado que esta comunidad llegó a Birmania de la mano de los británicos y que son ellos los responsables de la coyuntura actual.
"Los bengalíes no fueron traídos al país por Birmania sino por los colonizadores", ha asegurado el jefe del Ejército birmano en su encuentro con Marciel. "No son nativos y hay documentos que demuestran que ni siquiera se les llamaba rohingyas sino bengalíes durante el periodo colonial", ha subrayado.
La Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas denunció el miércoles que la brutalidad de las Fuerzas Armadas birmanas ha expulsado a más de medio millón de rohingyas de Rajine, con quemas de viviendas, cosechas y localidades enteras para impedir que regresen.
El informe de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, basado en entrevistas a 65 rohingyas refugiados en Bangladesh, sostiene que los abusos de los militares birmanos comenzaron antes del 25 de agosto, el día que los milicianos rohingyas atacaron a los militares, y que incluyeron prácticas como violaciones, asesinatos y torturas.