SITTWE (BIRMANIA) 21 (Reuters/EP)
El jefe del Ejército de Birmania, el general Min Aung Hlaing, ha pedido este jueves a los desplazados de "raza nacional" que han huido del estado de Rajine por la ola de violencia que regresen a su territorio y reconstruyan sus comunidades, un mensaje que excluye directamente a los musulmanes rohingyas que se han ido a Bangladesh, toda vez que no son una etnia oficialmente reconocida.
"Con respecto a la rehabilitación de las aldeas de nuestras razas nacionales, para las (personas de) razas nacionales que huyeron de sus casas, antes de nada, deberían volver a sus casas" , ha asegurado Aung Hlaing.
'Raza nacional' es un término empleado en Birmania para referirse a los miembros de los grupos étnicos indígenas oficialmente reconocidos y que conforman la diversidad de Birmania.
Los rohingyas no están reconocidos como una 'raza nacional' y son considerados como inmigrantes ilegales a los que se rechaza su ciudadanía.
Aung Hlaing ha anunciado sus planes para el estado de Rajine durante un discurso en su primera visita a Sittwe, la capital de este territorio, desde que estalló la ola de violencia el 25 de agosto y ha asegurado que, después de haber sido atacados por los milicianos rohingyas, las Fuerzas Armadas han afrontado la situación lo mejor que ha podido.
Sin embargo, Naciones Unidas ha descrito la respuesta del Ejército birmano ante los ataques de los milicianos como una "limpieza étnica" que ha forzado a la comunidad rohingya a huir de Birmania, un país con mayoría de población budista.
El Gobierno de Birmania niega esta acusación bajo el argumento de que sus fuerzas de seguridad están llevando a cabo una campaña legítima contra terroristas musulmanes, que han atacado e incendiado aldeas de población budista y de otras religiones.
Durante su discurso --en el que han estado presentes empresarios, oficiales y algunas personas desplazadas--, Aung Hlaing no ha hecho referencia a las acusaciones de limpieza étnica que se han lanzado contra las Fuerzas Armadas birmanas.
Asimismo, ha evitado mencionar la vuelta de los musulmanes rohingyas a sus aldeas, de las cuales casi la mitad han sido abandonadas e incendiadas.
El conflicto entre la población budista que vive en Rajine y la población rohingya que también reside allí se remonta a generaciones atrás, pero ha estallado con más fuerza en los últimos años después del surgimiento de un nacionalismo budista tras el fin de casi cinco décadas de dictadura militar en el país.
"Lo importante es tener a nuestra población en su región. Es necesario tener un control de nuestra región con nuestras razas nacionales", ha declarado Aung Hlaing.
"No podemos hacer nada si no hay gente de nuestras razas nacionales... Ese es el lugar que les corresponde", ha añadido.
La crisis de Rajine ha sido condenada a nivel internacional. Naciones Unidas y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han pedido a las Fuerzas Armadas que frenen la violencia y apoyen los esfuerzos diplomáticos para alcanzar una solución para los rohingyas.
La líder 'de facto' de Birmania, la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, en su primer discurso sobre el estado de la Nación pronunciado el lunes, aseguró que Birmania está lista para iniciar un proceso de verificación para que los refugiados regresen a Birmania, en el marco de un acuerdo firmado con Bangladesh en 1993.
"Los refugiados de este país serán aceptados (de vuelta) sin ningún problema", aseguró Suu Kyi. Sin embargo, en su discurso de este jueves Aung Hlaing no ha dicho nada acerca de la vuelta de los refugiados que se encuentran en Bangladesh.