MADRID 19 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Ejército de Burkina Faso ha desmentido que durante las últimas semanas se hayan registrado "motines" en distintas bases del país y ha hablado de un intento de "desmoralizar a las tropas", después de que la rama de Al Qaeda en el Sahel asegurara haber matado a más de cien militares en Mansila (noreste) y ante el aumento de la inseguridad por los ataques yihadistas.
"Desde hace algún tiempo, en las redes sociales circulan rumores sobre muestras de descontento y motines en determinados cuarteles militares", ha dicho el Estado Mayor del Ejército, que ha recalcado que "estas informaciones infundadas y engañosas son obra de individuos malintencionados y pequeños grupos con planes funestos".
Así, ha garantizado a través de un comunicado publicado en su cuenta en la red social Facebook que "no ha pasado nada" y ha agregado que "estas afirmaciones buscan sembrar la duda, crear psicosis en la opinión pública y desmoralizar a las tropas, fuertemente comprometidas con el combate para la liberación del pueblo".
"Las fuerzas combatientes, por su parte, siguen centradas en las operaciones de reconquista del territorio", ha reiterado, antes de dar las gracias a la población por "su apoyo constante" y reclamar a los burkineses que "sigan tranquilamente con sus asuntos" y "confíen" en las fuerzas de seguridad y los 'voluntarios' reclutados para luchar contra los grupos terroristas.
El comunicado ha sido publicado después de que la rama de Al Qaeda en el Sahel, el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), asegurara haber matado a más de cien militares en un atque en Mansila, cerca de la frontera con Níger, sin que las autoridades se hayan pronunciado por ahora ni hayan facilitado un balance de víctimas del asalto.
JNIM, la filial más grande de Al Qaeda en África Occidental y el Sahel, se ha atribuido la responsabilidad de numerosos secuestros y ataques desde su formación en 2017. La organización terrorista recibe financiación a través de secuestros para pedir rescates, extorsión, y de contrabandistas y traficantes.
Asimismo, durante la semana pasada se registró un ataque con obús contra la sede de la televisión nacional en la capital, Uagadugú, según ha informado Radio France Internationale, igualmente sin que las autoridades se hayan pronunciado al respecto. El presidente de transición, Ibrahim Traoré, apareció en público el domingo, pero sin hacer declaraciones.
Burkina Faso, dirigido desde 2022 por una junta militar encabezada por Traoré, ha experimentado un aumento significativo de la inseguridad desde 2015 tanto por la presencia del JNIM como otros grupos yihadistas relacionados con Estado Islámico, lo que ha provocado una oleada de desplazados internos y refugiados hacia otros países de la región.