Ejército de Filipinas
ROMEO RANOCO/REUTERS
Actualizado: miércoles, 26 abril 2017 4:06


MADRID, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Ejército de Filipinas ha asegurado este martes que entre sus filas no hay ningún infiltrado por Abú Sayyaf y que todos sus soldados están "limpios", en un intento por acallar los rumores después de que el grupo yihadista decapitara a un soldado que posteriormente se supo que había formado parte del Frente Moro de Liberación Nacional (FMLN).

El jefe de las Fuerzas Armadas, el general Eduardo Año, ha asegurado que el Ejército tiene un estricto control para determinar si sus soldados están capacitados para ocupar determinadas posiciones sensibles, un sistema que permite que sus filas estén "limpias", según ha recogido el diario 'Phil Star'.

Los restos del soldado Anni Siraji aparecieron en la isla de Joló, en el Mindanao Musulmán, bastión principal del grupo que el presidente, Rodrigo Duterte, ha amenazado con invadir para acabar con el grupo.

Siraji formó parte del FMLN, que se integró en el Ejército tras el acuerdo de paz sellado con el Gobierno en 1996 por el que accedió a disolverse y a entregar sus armas a cambio de mayor autonomía para la región sur de Filipinas.

Con estas declaraciones, Año ha tratado de calmar los temores generados por la decapitación de Siraji y también por la reciente detención de María Cristina Nobleza, una comisaria de la Policía Nacional en cuya vivienda encontraron material explosivo y que las autoridades creen que mantiene una relación con un fabricante de bombas de Abú Sayyaf.

Por su parte, el portavoz del Ejército, Restituto Padilla, ha afirmado que se realizan continuos controles de contrainteligencia para evaluar si existe algún soldado en sus filas que esté apoyando o protegiendo a algún grupo insurgente del país.

"Nuestros controles de contrainteligencia y del historial de nuestros soldados nunca paran. Se hacen 24 horas al día, siete días a la semana. Son continuados y se enfocan en áreas específicas que podrían suponer alguna amenaza a nuestra seguridad", ha señalado. Sobre el caso de Nobleza, en particular, ha expresado su esperanza de que se trate de un caso aislado.

Por su parte, Año también se ha referido al caso de Nobleza, indicando que no existe ningún problema si la agente es 'balik-Islam' --término que se usa para referirse a los cristianos convertidos al Islam que no quieren ser denominados 'conversos' y prefieren el término 'balik', que podría traducirse como 'retornados'--, dado que en el país se garantiza la libertad de religión.

"Lo que no está bien es que este tipo de 'retornados' a la fe musulmana les hagan ser utilizados por los terroristas o por otros enemigos del Estado", ha criticado el jefe del Ejército.

"DURMIENDO CON EL ENEMIGO"

Padilla ha informado de que la investigación en torno al caso de Nobleza estará coordinado entre la Policía y el Ejército, que también llevan a cabo las pesquisas en torno a Reener Lou Dongon, el presunto amante de la agente, y a otros posibles espías dentro de las fuerzas de seguridad.

"Si pillamos a alguien durmiendo con el enemigo, esto se convertirá en un asunto de seguridad grave que tiene que ser abordado de forma inmediata", ha señalado, utilizando el mismo térmico que el jefe de la Policía, Ronald dela Rosa, utilizó para informar del caso de Nobleza.

"Ella está románticamente ligada (a Dongon). Está durmiendo con el enemigo", aseguró tras la detención el pasado sábado de la agente, casada con otro agente destinado en Pakistán. Ahora Nobleza se enfrenta a cargos tanto por la vía penal como administrativa.

Nobleza y Dongon fueron detenidos tras saltarse un control en Bohol, donde hace dos semanas tuvo lugar un ataque en el que, además de un policía y tres soldados, murieron cinco miembros de Abú Sayyaf, entre ellos su portavoz, alias Abú Rami.

En la misma provincia, relativamente alejada de los bastiones de Abú Sayyaf y uno de los principales destinos turísticos del país, el Ejército mató a un líder local del grupo, Joselito Melloria, en un tiroteo registrado cerca de la localidad de Clarín.

Melloria, que se convirtió al Islam tras casarse con la hija de un líder de Abú Sayyaf en Zamboanga, se unió en primer lugar al grupo Maute, que juró lealtad al autodenominado Estado Islámico. Posteriormente fue contactado por el propio Abú Rami, que lo reclutó para el grupo, donde asumió el alias de Abú Alí.

El Ejército cree que Melloria era el líder del grupo formado por once personas que llevó a cabo el ataque en la pequeña localidad de Napo, en Bohol, del que lograron escapar seis. Cinco de ellos todavía siguen en busca y captura.

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