MADRID, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Ejército filipino ha comenzado a abrir fosas comunes para depositar, con carácter temporal, según las autoridades, a los fallecidos durante el asedio militar de la ciudad de Marawi, liberada la semana pasada tras más de cinco meses en poder del grupo miliciano Maute, vinculado a Estado Islámico, y después de violentísimos combates que dejaron más de 1.100 muertos.
El portavoz del Comité de Crisis de Lanao del Sur, Zia Alonto Adiong, ha presentado la fosa de Maqbara, donde descansan los restos mortales de más de 150 personas todavía pendientes de identificación, mientras las fuerzas de seguridad continúan buscando trampas explosivas y cadáveres por la ciudad.
"Ya hemos enterrado a más de 150 personas en Maqbara, de forma temporal, la mayoría terroristas Maute, ha explicado en declaraciones recogidas por la cadena ABS-CBN. Se han recogido muestras de ADN de todos y cada uno de estos cuerpos para su identificación.
Por lo demás, casi 6.500 familias han comenzado a regresar a sus hogares en Marawi, donde la invasión Maute obligó a más de 350.000 personas a abandonar sus hogares en mayo.
Las autoridades ya han comenzado a restaurar los servicios básicos de agua y electricidad, ha declarado el subsecretario de Defensa Civil, Kristoffer James Purisima, y a fumigar los centros de evacuación de Banloi y Saguiaran para contener un aumento de los casos de dengue, así como su expansión a Marawi a través de las familias que regresen.