Operación de búsqueda del líder de Abú Sayyaf en Marawi, Filipinas
ROMEO RANOCO/REUTERS
Actualizado: martes, 27 junio 2017 12:40


MARAWI, 27 Jun. (Reuters/EP) -

Los terroristas del Grupo Maute que llevan casi un mes atrincherados en la ciudad de Marawi han obligado a los civiles secuestrados a tomar las armas contra el Gobierno de Filipinas y a servir como esclavos sexuales para los combatientes el grupo armado, según ha denunciado este martes el Ejército.

"Están forzados a servir como esclavos sexuales, a destruir la dignidad de las mujeres", ha declarado el portavoz militar, Joar Herrera, quien ha asegurado que es muy evidente que esto está sucediendo en Marawi. "Son malas personas", ha dicho sobre los insurgentes islamistas.

Además, Herrera ha afirmado que los civiles han sido obligados a convertirse al islam, a casarse con milicianos del Grupo Maute, a luchar y saquear para ellos, así como a ocuparse de los heridos y otras tareas, en el marco de los enfrentamientos en Marawi.

Las personas que han conseguido huir han asegurado que hay cuerpos de civiles abandonados en las calles, algunos durante semanas, y que los habitantes están consternados por los ataques aéreos y con fuego de artillería del Gobierno, que han reducido a escombros algunas partes de la ciudad.

La capacidad de combate de los rebeldes filipinos, su acceso a armas pesadas y el uso de combatientes extranjeros ha aumentado el temor a que la batalla en Marawi sea solo el comienzo de enfrentamientos mayores y a que el Grupo Maute centre sus esfuerzos en el reclutamiento.

El Gobierno ha aclarado este martes que no negociará con los terroristas, en respuesta a los rumores que sugieren que El Grupo Maute quieren un canje de prisioneros. El portavoz presidencial, Ernesto Abella, ha subrayado que la política gubernamental de no negociar con terroristas "se mantiene". "Quiero recordar que la gravedad de lo que ha pasado es inmensa. Deben rendir cuentas por todas sus acciones", ha defendido Abella, de acuerdo con la cadena filipinas ABS-CBN.

Los combates en Marawi contra los insurgentes islamistas se reanudaron el lunes, tras el fin de la tregua de ocho horas acordada por las partes con motivo de las celebraciones del Eid al Fitr, con las que concluyó el mes sagrado de Ramadán, y han continuado este martes.

Desde que comenzaron los combates en Marawi, hace ya varias semanas, 290 terroristas, 70 militares y 27 civiles han muerto y unas 250.000 personas han tenido que abandonar la ciudad para escapar de la violencia, de acuerdo con el último balance oficial.

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