El sacerdote retenido por el grupo Maute pide a Duterte que cese la operación militar
MARAWI (FILIPINAS), 30 (Reuters/EP)
El Ejército filipino ha instado este martes a los milicianos islamistas del grupo Maute que tienen ocupada la ciudad de Marawi, en el sur del país, a que se entreguen, en el octavo día de la campaña de las fuerzas de seguridad para eliminar su presencia y en la que han usado vehículos blindados y cohetes.
El Gobierno de Rodrigo Duterte asegura que está cerca de arrebatar la ciudad al grupo Maute, que tomó partes de la misma tras un fallido intento por parte de las fuerzas de seguridad de capturar a Isnilon Hapilon, el líder del grupo islamista Abú Sayyaf y de Estado Islámico en Filipinas.
"Pedimos a los terroristas que quedan que se entreguen mientras haya una oportunidad", ha declarado a la prensa el portavoz del Ejército, general de brigada Restituto Padilla.
El Ejército sigue su operación casa por casa y calle por calle, en medio de helicópteros que sobrevuelan la ciudad y columnas de humo por las explosiones y los disparos de armas automáticas. Más de 100 personas han muerto, en su mayoría milicianos, según el balance del Ejército, y la mayoría de los residentes de la ciudad han huido.
Entretanto, el sacerdote católico secuestrado por los milicianos junto a una docena de civiles ha pedido a Duterte que evalúe su sufrimiento y cese la operación militar. El padre Teresito "Chito" Soganub, vicario generla de la ciudad de Marawi, y el resto de civiles fueron secuestrados la semana pasada en la catedral.
"Le pedimos su ayuda para que por favor dé lo que sus enemigos están pidiendo", ha rogado en religiosos en un vídeo difundido por un canal de Telegram usado por Estado Islámico. "Seguimos queriendo vivir otro día, un mes y unos pocos años, por favor ténganos en cuenta señor presidente", ha añadido.
En la grabación, el sacerdote aparece de pie en una calle desierta en ruinas y se escuchan disparos en la lejanía. "Ellos simplemente no piden nada, solo que retire sus fuerzas (...) y cesen los bombardeos aéreos, sus ataques aéreos, y cesen los cañones", ha explicado Soganub.
El obispo de Marawi, Edwin de la Pena, ha confirmado a Reuters que quien aparece en el vídeo es Soganub pero no ha querido hacer más comentarios. En su mensaje, Soganub sostiene que los milicianos tienen derecho a practicar su fe y aplicar leyes islámicas en la ciudad.
El portavoz del Ejército ha dicho estar al tanto de la grabación. "Esto es mera propaganda. El grupo Maute está usando esto para frenar nuestras operaciones de limpieza", ha sostenido Padilla, quien se ha mostrado confiado en que los milicianos no harán daño al sacerdote porque quieren usarle para lograr concesiones.
EL 85%, BAJO CONTROL DEL EJÉRCITO
Entretanto, un político implicado en los esfuerzos para evacuar a los residentes, Zia Alonto Adiong, ha informado de que las autoridades controlan el 85 por ciento de la ciudad pero recuperar el resto será un reto ya que incluyen densas zonas urbanas con civiles atrapados. "La operación militar se está intensificando", ha señalado a la prensa.
Por su parte, el 'número dos' de la delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Martin Thalmann, ha indicado que ha intentado sin éxito convencer a los insurgentes, vinculados con Estado Islámico, y a las fuerzas gubernamentales de que cesen la violencia para poder entregar ayuda a los civiles atrapados. Los enfrentamientos "son tan intensos que no es posible", ha lamentado.
"Todavía hay mucha gente allí y por supuesto es una preocupación que sufran bajo estos bombardeos y nos preguntamos si se están tomando todas las precauciones", ha declarado a la prensa. Casi 85.000 desplazados por la operación se encuentran alojados en 38 zonas fuera de Marawi.
Los bombardeos aéreos, según Padilla, están dirigidos a "objetivos específicos de resistencia para proteger a nuestras tropas y apresurar la limpieza de la ciudad", ha explicado el portavoz del Ejército, añadiendo que se están evitando "daños colaterales".
El Gobierno cree que Maute llevó a cabo su asalto en Marawi antes del inicio del Ramadán para llamar la atención de Estado Islámico y ganar el reconocimiento como filial regional.
Entre quienes llevan combatiendo en los últimos días en Marawi hay decenas de yihadistas extranjeros. Según una fuente de Inteligencia filipina, entre 400 y 500 combatientes asaltaron la ciudad el pasado martes, unos 40 de los cuales llegaron recientemente del extranjero, incluido de países de Oriente Próximo.
La fuente ha precisado que entre ellos había indonesios, malasios, al menos un paquistaní, un saudí, un checheno, un yemení, un indio, un marroquí y un hombre con pasaporte turco.
"Estado Islámico se está hundiendo en Irak y Siria y descentralizándose a zonas de Asia y Oriente Próximo", ha destacado Rohan Gunaratna, un experto en seguridad de la Escuela de Estudios Internacionales S. Rajaratnam, de Singapur. "Una de las zonas en la que se está expandiendo es el sureste asiático y Filipinas es el centro de gravedad", ha resaltado.