MADRID, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -
Las Fuerzas de Defensa y Seguridad de Guinea Bissau han puesto en marcha un operativo especial para encontrar en domicilios particulares de Bissau, la capital, armamento militar relacionado con el fallido golpe de Estado del primero de febrero.
Los registros de las viviendas se realizan sobre todo durante la noche y según la fuente del Estado Mayor General de Guinea Bissau a la que ha tenido acceso la agencia portuguesa de noticias Lusa, "no tienen carácter violento".
Sin embargo, desde la Red de Defensores de los Derechos Humanos en Guinea Bissau, se ha denunciado la situación de varias de las personas que han sufrido estos allanamientos por parte de agentes de las fuerzas del orden a quienes se les acusa de "abusos" durante los registros.
Su presidente, Fodé Mané, ha denunciado que durante estos operativos se han vivido "situaciones incómodas", como el robo de objetos personales, en contraste con la versión de las Fuerzas Armadas, que sostienen que quienes participan en estas operaciones tienen orden de "llamar a la puerta, identificarse, entrar, y registrar sin causar problemas a nadie".
La misma fuente detalla que los encargados de efectuar estos registros son militares de los tres batallones de las Fuerzas Armadas --Ejército, Fuerza Aérea y Marina--, así como efectivos de la Guardia Nacional, que también tiene orden de encontrar a "posibles heridos" durante aquellos enfrentamientos en los murieron once personas después de que un grupo de hombres armados intentase tomar por la fuerza el Palacio de Gobierno.
Pocas horas después de que se escucharan los primeros disparos en la tarde del 1 de febrero, el presidente, Umaro Sissoco Embaló, compareció ante el país para asegurar que la situación estaba bajo control.
Por ahora el Gobierno ha evitado dar más detalles sobre lo ocurrido amparándose en el "secreto judicial vigente", pero ha señalado que los detenidos tiene vínculos con el narcotráfico y estarían respaldos por "mercenarios" y "rebeldes de Casamance", en referencia a un grupo armado independentista que en 1982 protagonizó una de las mayores rebeliones en África. Ahora mismo está prácticamente desaparecido desde la tregua 2014 pero sigue activo de manera esporádica.
Estos acontecimientos tuvieron lugar pocos días después de que se produjera una cuestionada remodelación de gobierno por parte del presidente Embaló, que fue impugnada en un primer momento por la Asamblea del Pueblo Unido (APU), el partido del primer ministro, Nuno Gomes Nabiam, y después de que el jefe del Estado Mayor, Biagué Na Ntam, asegurara en octubre de 2021 que las autoridades habían identificado a un grupo de militares que estaban preparando un golpe de Estado.
Embaló juró el cargo en febrero de 2020 tras unas polémicas presidenciales que derivaron en una profunda crisis institucional tras una serie de demandas presentadas por su rival en las elecciones de diciembre de 2019, Domingos Simoes Pereira, candidato del Partido Africano por la Independencia de Guinea y Cabo Verde (PAIGCV), que ha dominado tradicionalmente la política guineana.
Las elecciones tuvieron lugar tras una nueva crisis política en el país africano y desembocaron finalmente en la primera transición pacífica de poder, dado que José Mario Vaz se convirtió en el primer presidente desde la independencia en 1974 en completar su mandato tras ser elegido democráticamente.