Hallan una fábricas de bombas y un entramado de túneles de los talibán

Los militares controlan ya el 80 por ciento de la capital de Waziristán del Norte

   MIRANSHAH (PAKISTAN), 11 Jul. (Reuters/EP) -  

   Los talibán paquistaníes han abandonado su última fortaleza dejando en el lugar los explosivos que cubrían sus escondites con el objetivo de entorpecer la labor de los militares que ahora controlan la zona, según han asegurado fuentes oficiales.

   Durante muchos años los aliados de Pakistán han pedido a ese país que acabara con las fortalezas de los talibán en la frontera con Afganistán, algo a lo que los paquistaníes se han visto obligados a llevar a cabo a hacer ahora ante la inminente salida de las tropas de la OTAN de Afganistán el próximo mes.

   Una extraña visita organizada por el Ejército a la zona liberada de los talibán en Miranshah, capital de la región de Waziristán del Norte, ha tenido como objetivo mostrar la dureza con la que los talibán gobernaban la ciudad.

   "Es una ciudad que puede explotar en cualquier momento, hay explosivos en todos lados, en las casas, en las tiendas y enterrados bajo el suelo", ha afirmado el comandante superior de brigada Tahir Malik, que también ha apuntado que una de cada 11 bombas colocadas en la ciudad se han producido en fabricas de explosivos que ya ha recuperado el Ejército.

   La fábrica de explosivos está llena de cientos de cilindros de metal y otros envases que los milicianos han usado para crear bombas.

LUGAR FANTASMA

   Aparte de los soldados, el lugar parece una ciudad fantasma. El Ejército pidió a los lugareños que se marcharan de sus casas antes del ataque. Barrios enteros han acabado convertidos en escombro después de que alijos de explosivos fueran detonados y aviones atacaran los supuestos escondites de los terroristas.

   Tras la destrucción se ha encontrado una sofisticada red de túneles utilizados para el contrabando de armas y combatientes fuera de la vista de los aviones y los drones.

   En la mezquita de Gulpakhel, se han encontrado pasillos subterráneos con habitaciones llenas de alfombras de oración y mantas y con una puerta secreta oculta tras una estantería. Eran habitaciones utilizadas por altos cargos, según ha asegurado el Ejército.

   Las habitaciones estaban equipadas con colchones esparcidos por todo el cuarto, paredes recién pintadas, aire acondicionado, sistema de sonido e iluminación por una lámpara de araña de seis bombillas.

   "Incluso yo no llegó a vivir aquí así, con todas estas comodidades", ha declarado el coronel que acompañaba a los visitantes.

EL MERCADO DE LOS CANÍBALES

   En un área denominada como el 'Mercado de los Caníbales', una cortina púrpura envuelve la pequeña plataforma de madera utilizada por los talibán para llevar a cabo las decapitaciones públicas, según ha asegurado el Ejército.

   Los terroristas dejaban que los cuerpos se pudrieran en la calle como una advertencia sombría de la justicia del movimiento, algo que  los antiguos residentes de la ciudad han confirmado.

   Tras un mes de duros combates, ataques aéreos y una gran ofensiva casa por casa apoyada con tanques y armamento pesado, el Ejército asegura que controla el 80 por ciento de la ciudad.

   Hasta el momento, los militares aseguran haber matado a 400 terroristas, aunque aún no han publicado sus nombres ni han mostrado sus cuerpos.

   "Esta no es una lucha de espadas, donde se corta la cabeza y las pruebas quedan latentes", ha afirmado el general Zafarullah Khan, comandante de la operación.

   Con la región acordonada por los militares, no hay forma de verificar las cifras de víctimas.

   El Ejército ha decidido no anunciar el día en que acabará la operación contra los talibán ni el momento en que los lugareños podrán volver a sus casas, pero los generales están seguros de que tendrá éxito.

   "Los desafíos que enfrentamos en estas áreas son enormes y estamos moviéndonos extremadamente lento", ha asegurado a Reuters el general Asim Bajwa, al frente de los militares de rango medio.

   "Nuestro objetivo es establecer la legalidad en la zona e impedir que los terroristas vuelvan aquí de nuevo", ha asegurado el comandante.