FALUYA (IRAK), 27 (Reuters/EP)
El Ejército iraquí ha lanzado este lunes un ataque contra los combatientes del Estado Islámico situados al oeste de Faluya para así intentar evitar un posible contraataque por parte del grupo terrorista.
El ataque preventivo se ha llevado a cabo un día después de que Bagdad haya proclamado la "completa liberación" de la ciudad. La artillería iraquí ha arremetido contra las posiciones del grupo terrorista al sur del río Éufrates, donde aún hay alrededor de 150 combatientes, y ha contado con el apoyo de los bombarderos de la coalición liderada por Estados Unidos.
La conquista de Faluya es parte de una ofensiva más amplia que busca retomar los territorios capturados por el Estado Islámico a lo largo de 2014. La victoria ha servido para alentar la campaña contra Mosul, la segunda ciudad más grande de Irak y la más grande en manos del grupo terrorista. El primer ministro iraquí, Haider al Abadi, aseguró que la victoria final se produciría a lo largo de este año.
El coronel Ahmed al Saidi, que ha participado en los avances de este lunes, ha asegurado que las tropas se están moviendo con precaución para evitar las bombas situadas en las carreteras que el Estado Islámico ha ido dejando en su retirada.
"Los combatientes tienen dos opciones: rendirse o morir. Queremos evitar que puedan tomar aire y planear un contraataque con coches bomba", ha asegurado Al Sadi. Además, ha asegurado que las transmisiones de radio interceptadas han indicado que los terroristas se están quedando sin munición, por lo que espera que se produzca una rendición.
Los insurgentes han mostrado poca resistencia contra el Ejército en la batalla por Faluya, especialmente después de que varios altos mandos del Estado Islámico abandonaran el combate, según han informado los militares iraquíes.
VALORANDO LOS DAÑOS
El control de Faluya está compartido entre el Ejército, las fuerzas antiterroristas de elite y la Policía federal. También están presentes en la ciudad las milicias chiíes que han participado en el ataque, aunque en un principio se estableció que no iban a entrar en la ciudad para evitar la violencia sectaria. Según fuentes oficiales, se espera que el control de la ciudad pase a manos del Ejército y la Policía.
A lo largo de este lunes se han empezado a llevar a cabo las tareas de desminado. Aunque aún no se ha podido completar la evaluación de daños, las cifras oficiales apuntan a que solo un 10 por ciento de Faluya ha sido destruida, un dato alentador si se compara con la destrucción que vivieron las ciudades de Ramadi y Sinjar también retomadas al Estado Islámico.
Un portavoz de la provincia de Anbar, donde se encuentra Faluya, ha asegurado que los peores daños se han registrado en los distritos industriales del sur, donde el Estado Islámico ensamblaba los coches bombas usados en los ataques contra Bagdad.
Hay alrededor de 85.000 civiles desplazados a causa de los ataques que se encuentran en los campamentos esperando para volver a casa.