BAGDAD 25 Nov. (Reuters/EP) -
El Ejército de Irak está preparándose para atacar la localidad de Tal Afar, un bastión del Estado Islámico 55 kilómetros al oeste de Mosul, con el objetivo de evitar que los yihadistas continúen matando a civiles como venganza contra la población suní y el avance de las tropas iraquíes en la segunda ciudad más grande de Irak.
Capturar Tal Afar y aislarla de los combatientes yihadistas que hay en Mosul es una de las claves principales de la ofensiva contra el Estado Islámico en Irak, liderada por Estados Unidos. Si consiguen expulsarles, el Ejército iraquí les tendrá rodeados por completo. Su meta es cortar cualquier opción de retirada de los insurgentes islamistas a la vecina Siria o la entrada de cualquier refuerzo para la defensa de la ciudad.
En la ofensiva que planean las fuerzas iraquíes contra Tal Afar participarán combatientes suníes y turcomanos chiíes, lo que refleja la diversidad de la población local, según ha declarado Hisham Al Hashimi, un analista que trabaja con el Gobierno de Irak en materia de lucha antiterrorista. La comunidad chií de Tal Afar huyó poco después de que el Estado Islámico arrasara el norte de Irak y ciertas regiones de Siria y creara su autoproclamado califato islámico.
El ataque contra la ciudad de Tal Afar está siendo coordinado hasta la fecha por la Movilización Popular, una coalición formada principalmente por grupos paramilitares chiíes entrenados por el Ejército iraní, cuya implicación en la ofensiva para recuperar Mosul provocó muchas sospechas por el número de incidentes sectarios que se produjeron.
Más de 3.500 militares combatirán en los próximos días para recuperar Tal Afar. Las fuerzas iraquíes marcharán sobre la localidad desde una base aérea cercana, situada al sur de la ciudad. La Movilización Popular se colocará en los alrededores de Tal Afar para bloquear la salida de los milicianos.
Mosul ya estaba rodeada al norte, al sur y el este por las fuerzas gubernamentales iraquíes y los peshmerga. La Unidad Antiterrorista, entrenada por Estados Unidos, rompió las defensas de Estado Islámico en el este de Mosul a finales de octubre y está combatiendo para ampliar su control allí. La ofensiva comenzó el 17 de octubre con apoyo aéreo y terrestre de la coalición internacional liderada por Estados Unidos
Ante esta ofensiva, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció un refuerzo del contingente militar en Silopi, en la frontera más cercana a Tal Afar y advirtió de que habría una "respuesta diferente" si las milicias chiíes causaban el terror en Tal Afar. La ciudad tiene un importante porcentaje de población turcomana.
Los paramilitares apoyados por Irán llevan armamento adicional a la campaña de las fuerzas gubernamentales, que arrancó hace dos semanas. Fuerzas de seguridad iraquíes y combatientes peshmerga kurdos han avanzado en los últimos doce días por los frentes del sur, este y noroeste de Mosul, en la que aún habitan 1,5 millones de personas.
La ciudad de Mosul es la más grande en manos de Estado Islámico y su pérdida supondría una derrota clave en Irak, dos años después de que su líder, Abú Bakr al Baghdadi, declarase un califato en las zonas que controlaba en Irak y Siria.
La ONU ha advertido de una crisis humanitaria y un potencial éxodo de refugiados desde Mosul. Habitantes en las afueras de la ciudad han dicho a Reuters que mujeres y niños están siendo forzados a caminar como escudos humanos junto a combatientes del Estado Islámico que se retiraban de sus posiciones.
Fuentes militares iraquíes y occidentales han reconocido la existencia de un debate sobre si sellar o no el flanco oeste de Mosul. Dejarlo abierto ofrecería al Estado Islámico una oportunidad para retirarse, pero evitaría potencialmente a los residentes un combate final devastador en el interior de la ciudad.