BAWIZA, 13 Nov. (Reuters/EP) -
Los soldados iraquíes que luchan justo al norte de Mosul, con los barrios de la ciudad ya a la vista, han declarado este domingo que están preparados para estrechar el cerco sobre los extremistas de Estado Islámico que defienden su bastión iraquí.
Cuatro semanas después de comenzar la campaña para aplastar a Estado Islámico en Mosul, la ciudad está prácticamente rodeada, pero sólo se ha conseguido abrir una brecha en las defensas yihadistas en el este, donde han luchado tropas de élite por el control de hasta una docena de distritos.
La batalla por Mosul, la ciudad más grande bajo control del grupo extremista suní en Irak y Siria, es la mayor operación militar en Irak en una década de turbulencias desencadenada por la invasión estadounidense de 2003 que derrocó a Saddam Hussein.
El Gobierno de Irak, liderado por los chiíes, ha reunido una coalición de 100.000 efectivos entre tropas, fuerzas de seguridad, combatientes "peshmerga" kurdos y milicias, respaldados por el poderío aéreo de Estados Unidos, y cree que la ofensiva marcará el final del Estado Islámico en Irak. Sin embargo, reconoce que el combate podría ser largo.
Un oficial de las fuerzas especiales en el frente norte dijo que sus hombres tenían como objetivo Hadba, el primer vecindario ante ellos dentro de los límites de la ciudad. El distrito era visible desde su posición en el pueblo de Bawiza.
El general de brigada Alí Abdulá ha informado de que los combatientes de Estado Islámico habían sido expulsados "de Bawiza y de otro pueblo, Saada", aunque el avance se había frenado por la presencia de civiles que, según él, estaban siendo utilizados por los extremistas como escudos humanos.
"Nuestro acercamiento (a Hadba) será muy lento y cauteloso para que podamos llegar a las familias y liberarlas de las garras de Daesh (Estado Islámico)", dijo Abdulá.