MADRID 17 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Ejército de Israel ha asegurado a primera hora de este jueves que ha repelido un intento de infiltración de trece milicianos del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), que Tel Aviv considera como una organización terrorista, a través de uno de los túneles subterráneos que conecta el país con la Franja de Gaza.
El incidente habría tenido lugar apenas unas horas antes de la entrada en vigor de un alto el fuego humanitario en el que participarán el Ejército israelí y las facciones gazacíes.
La interrupción de los bombardeos estará en vigor entre las 10.00 y las 15.00 horas locales (una hora menos en la España peninsular). "Durante este tiempo, cesaremos los disparos en Gaza" para "permitir que los civiles obtengan los bienes que necesitan", ha explicado el Ejército israelí.
La operación 'Margen Protector' ha provocado hasta el momento la muerte de 227 palestinos, mientras que más de 1.550 han resultado heridos, según los datos del Ministerio de Sanidad. De estas víctimas, tres cuartas partes corresponden a población civil, según datos de la ONU. El martes se registró el primer fallecimiento de un ciudadano israelí a causa del disparo de un cohete desde la Franja.
La ofensiva israelí se inició tras semanas de tensiones catalizadas por el secuestro y asesinato de tres jóvenes israelíes en los alrededores de Hebrón. Durante los días siguientes las fuerzas de seguridad de Israel lanzaron una operación de búsqueda en la que murieron nueve civiles palestinos en Cisjordania, así como varios más en intercambios de disparos en la Franja de Gaza.
La situación se deterioró después de que un adolescente palestino fuera secuestrado y quemado vivo en el Bosque de Jerusalén por un grupo de israelíes que presuntamente actuaron en venganza por el suceso previo. Al menos tres de los seis detenidos han confesado haber participado en el asesinato.
Finalmente, el 8 de julio se inició la operación 'Margen Protector' contra Hamás, al que Israel acusa de estar detrás de la muerte de los tres jóvenes israelíes, si bien la formación lo ha negado y Tel Aviv no ha aportado pruebas que respalden sus acusaciones. La autoría del suceso fue reclamada por el brazo armado de Al Fatá, las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa.
Naciones Unidas informó sobre numerosos ataques por parte de las fuerzas israelíes contra la Franja de Gaza antes de la actual escalada del conflicto. En base a estos datos, los bombardeos y disparos de tanques registrados entre el 11 de junio y el 6 de julio mataron a doce presuntos milicianos y un niño e hirieron a 30 personas, fundamente civiles.
Estos ataques provocaron daños a once escuelas, un pozo del que dependían 15.000 personas, un centro de salud y un almacén gestionado por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA).