MADRID, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -
Las protestas de los últimos días en la frontera entre Líbano e Israel por el acoso de las fuerzas israelíes a un granjero libanés han acabado degenerando este viernes en enfrentamientos que han motivado despliegue del Ejército de Líbano y la misión de Naciones Unidas en el país, la FINUL, para contener la situación.
Las movilizaciones comenzaron el miércoles en apoyo del agricultor Ismail Naser, convertido en héroe nacional después de enfrentarse a pecho descubierto contra un bulldozer israelí que supuestamente había cruzado la frontera por la localidad de Kfarchouba, denunciada por el Ejército libanés como territorio ocupado.
Según la cadena Al Manar TV, afin al partido milicia chií libanés Hezbolá, varios de los residentes de Kfarchouba han comenzado a lanzar piedras a los militares israelíes, que a su vez han respondido con gases lacrimógenos a una movilización que contaba con la presencia de Kasem Hachem, el número dos de otro gran partido chií libanés, el movimiento Amal.
Ante la virulencia de los enfrentamientos, militares libaneses y de la FINUL se han "desplegado en masa" para calmar los ánimos, según ha explicado el portavoz de la fuerza de la ONU, Andrea Tenenti, al 'L'Orient le Jour'. Los cascos azules portaban mensajes con un aviso para las fuerzas israelíes, "Prohibido cruzar la línea azul", en relación a la línea de separación trazada hace casi un cuarto de siglo por la ONU.
El comandante de la FINUL, el general español Aroldo Lázaro Sáenz, ha iniciado un proceso de "coordinación con ambas partes para intentar reducir la tensión y pide a libaneses e israelíes que eviten lo que sería una escalada sin precedentes" en la zona.
De hecho, el general Lázaro Sáenz presidió el jueves una reunión tripartita regular con altos oficiales de las Fuerzas Armadas Libanesas y el Ejército israelí en una posición de la ONU en Ras al Naqoura a tenor de "la serie de preocupantes enfrentamientos registrados en los últimos meses a lo largo de la línea azul", destacando el ocurrido el 6 de abril, cuando Israel denunció un ataque con cohetes lanzado por guerrillas del movimiento palestino Hamás, con la aprobación de Hezbolá, que se saldó con tres israelíes heridos.