MADRID, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Ejército de Líbano ha llevado a cabo este domingo un ataque con artillería contra posiciones de "milicianos armados" en los alrededores de las localidades de Arsal y Ras Baalbek, según ha informado la agencia estatal libanesa de noticias, NNA.
El ataque ha tenido lugar horas después de que una cadena local informara sobre un ataque perpetrado por el grupo yihadista Estado Islámico contra puestos del Frente Fatá al Sham --antiguo Frente al Nusra-- cerca de Arsal.
El Frente Fatá al Sham y Estado Islámico se encuentran desplegados en la montañosa frontera entre Líbano y Siria y han utilizado el terreno para lanzar ataques contra las fuerzas de seguridad libanesas.
Los insurgentes sirios han intentado utilizar Arsal como base y en 2014 el Frente al Nusra y el Estado Islámico la invadieron en poco tiempo, capturando a decenas de soldados y policías libaneses. Posteriormente decapitaron y fusilaron a varios de ellos, antes de liberar al resto en diciembre de 2015.
El Ejército de Líbano y el partido-milicia chií libanés Hezbolá --aliado del Gobierno sirio-- han llevado a cabo numerosas operaciones contra los yihadistas para intentar evitar su infiltración y que perpetren atentados en el país.
La participación de Hezbolá en la guerra de Siria es presentada por el grupo tanto como una defensa ante los yihadistas suníes en Siria que han prometido exterminar a todos los chiíes, en referencia principalmente a Estado Islámico, y como vía para proteger al bloque regional respaldado por Irán que ha sustentado a Hezbolá desde hace tiempo.
Hezbolá se ha convertido en un actor indispensable de la coalición de fuerzas respaldadas por Irán y Rusia que ha sido fundamental para mantener al presidente sirio, Bashar al Assad, en el poder y para combatir al amplio abanico de grupos rebeles y yihadistas que buscan derrocarle.
La participación del partido-milicia en el conflicto supuso una violación de la Declaración de Baabda, firmada por todas los partidos políticos del país, que estipula la neutralidad de Líbano ante los eventos en la región, limitando su papel al control de la frontera y el tráfico de armas y combatientes.