MADRID 15 Sep. (EUROPA PRESS) -
El general libio Jalifa Haftar ha sido ascendido este miércoles a mariscal de campo, apenas unos días después de que sus fuerzas se hicieran con varios puertos petroleros del país.
El Comando Supremo de las Fuerzas Armadas ha detallado que la decisión tiene lugar "en reconocimiento del papel heroico del Ejército al combatir el terrorismo con valor y competencia", según ha recogido la agencia estatal libia de noticias, LANA.
Haftar y otros actores en el este del país se han opuesto al Gobierno de unidad respaldado por la ONU, impidiendo que éste pueda extender su autoridad a esta parte del país.
El Gobierno de unidad, que se instaló en Trípoli en marzo, se ha mostrado dividido acerca de la ofensiva de las fuerzas leales a Haftar, si bien el Consejo Presidencial se ha mostrado crítico, pero con moderación.
Ras Lanuf y Sidra resultaron gravemente dañados a principios de este año en ataques por parte de milicianos de Estado Islámico apostados en Sirte, donde actualmente están al borde de la derrota por fuerzas alineadas con el Gobierno de unidad y respaldadas por bombardeos aéreos estadounidenses.
Haftar, un antiguo general del exlíder libio Muamar Gadafi, es uno de los numerosos comandantes de fuerzas irregulares que se negaron a entregar las armas tras el fin del antiguo régimen en 2011. En mayo de 2014, lanzó su propia ofensiva contra los milicianos islamistas en Benghazi.
Pese a ello, el entonces Gobierno reconocido internacionalmente, con sede en Tobruk, recuperó en enero al general para el servicio activo, en un nuevo ejemplo de la alianza que conforman frente a la Administración rival autoproclamada en Trípoli, actualmente no operativa.