MADRID, 29 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Ejército de Mozambique ha matado a 15 presuntos terroristas que intentaron infiltrarse en el país a través de la frontera con Tanzania en la provincia de Cabo Delgado (norte), delimitada por el río Rovuma, según han confirmado fuentes de seguridad citadas por el portal mozambiqueño de noticias Carta de Mozambique.
Estas fuentes han indicado que la operación fue llevada a cabo en Pundanhar, ubicada en el distrito de Palma, sacudido por un repunte de los ataques por parte de grupos yihadistas durante los últimos años, entre los que destaca Estado Islámico en África Central (ISCA), que opera también en el este de República Democrática del Congo (RDC).
Por otra parte, supuestos yihadistas atacaron el martes dos aldeas en el distrito de Nangade, sin que por el momento haya informaciones sobre el número de víctimas mortales, en medio del aumento de las operaciones militares del Ejército en la zona, que cuenta ya con el apoyo de tropas ruandesas.
En este contexto, las fuerzas mozambiqueñas tomaron el martes varias localidades en Cabo Delgado con apoyo de las tropas de Ruanda. Las tropas de Mozambique recuperaron Awasse, Diaca, Nanili y Roma, siendo Awasse de importancia estratégica por su conexión por carretera con la ciudad de Mueda.
El presidente mozambiqueño, Filipe Nyusi, afirmó recientemente que la llegada de tropas ruandesas y de la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC) permitirá reforzar la lucha contra el yihadismo, si bien dijo que "no se trata de cantar victoria, ya que la lucha contra el terrorismo no tiene una previsión".
Cabo Delgado es escenario desde octubre de 2017 de ataques obra de milicianos islamistas conocidos como Al Shabaab, sin relación con el grupo homónimo que opera en Somalia y que mantiene lazos con Al Qaeda. Desde mediados de 2019 han sido reivindicados en su mayoría por ISCA, que ha recrudecido sus acciones desde marzo de 2020.
Entre los ataques de ISCA figura el ejecutado en marzo contra la ciudad de Palma, que desencadenó unos enfrentamientos que se extendieron hasta principios de abril y provocaron decenas de miles de desplazados. Ante esta situación, tanto Ruanda como la SADC aprobaron el envío de tropas para ayudara a Maputo a hacer frente a la amenaza.