MADRID, 4 May. (EUROPA PRESS) -
El Ejército de Nigeria ha emitido una advertencia a políticos y militares contra la posibilidad de un golpe de Estado, después de que un destacado abogado pidiera a las Fuerzas Armadas hacerse con el poder, al tiempo que ha reiterado su lealtad al actual presidente, Muhammadu Buhari.
El portavoz del Ejército, Onyema Nwachukwu, ha destacado que las Fuerzas Armadas han visto las declaraciones del abogado, Robert Clark, y ha incidido en que "se distancian de esta posición antidemocrática".
"Debe afirmarse categóricamente que las Fuerzas Armadas de Nigeria siguen totalmente comprometidas con la actual Administración y todas las instituciones democráticas asociadas", ha señalado, antes de reiterar que el Ejército debe ser "apolítico" y "subordinado a la autoridad civil".
En este sentido, ha manifestado que el Ejército debe permanecer "firmemente leal al presidente, comandante de las Fuerzas Armadas de Nigeria, Muhammadu Buhari, y a la Constitución de 1999", según un comunicado publicado a través de su página web.
"Debemos seguir llevando a cabo nuestras responsabilidades constitucionales de forma profesional, especialmente a la hora de proteger la democracia del país, defender su integridad territorial y las vidas y propiedades de los ciudadanos", ha sostenido.
Por ello, Nwachukwu ha advertido a "políticos equivocados que tienen la ambición inopinada de gobernar este país al margen de las urnas" que "eliminen esos pensamientos", ya que "el Ejército "sigue comprometido con la defensa de la democracia de Nigeria".
"Recordamos también a todos los militares que es una traición incluso considerar esta ilegalidad. La ira de la ley golpeará a los que tengan esta agenda", ha argüido.
"Los desafíos de seguridad no son insuperables. Las Fuerzas Armadas, en sociedad con otras agencias de seguridad, trabajan constantemente para hacer frente al desafío. Nigeria conocerá de nuevo la paz", ha remachado.
Nigeria fue escenario de su último golpe de Estado en 1993, cuando Sani Abacha encabezó una asonada que derrocó a Ernest Shonekan, presidente interino nombrado meses antes por Ibrahim Babangida tras semanas de protestas contra él.
Abacha estuvo en el poder hasta 1998, cuando murió, mientras que el Ejército mantuvo el control del país hasta 1999, cuando se aprobó una nueva Carta Magna. Desde entonces se han registrado transiciones democráticas en el país africano.
Buhari ha sido objeto de críticas crecientes por el empeoramiento de la situación de seguridad en el país ante el aumento de los ataques por parte de grupos yihadistas --Boko Haram y Estado Islámico en África Occidental (ISWA)-- y bandas armadas, así como por el incremento de los enfrentamientos intercomunitarios.