MADRID, 22 Dic. (EUROPA PRESS) - El Ejército sirio ha anunciado este jueves la reconquista de la zona este de Alepo, antiguo territorio rebelde, después de semanas de una ofensiva gubernamental que forzó un acuerdo para evacuar a los últimos civiles y combatientes de la parte oriental. Un comandante citado por la agencia de noticias oficial de Siria, SANA, ha anunciado "el restablecimiento de la seguridad y la estabilidad en Alepo, tras ser liberada de los terroristas con la salida de los últimos remanentes". Esta fuente militar ha valorado la victoria en Alepo como "un importante punto de inflexión en la lucha contra el terrorismo" y sus patrocinadores y "un gran incentivo" para acabar con ellos "en cada rincón de la patria". Además, ha afirmado que los militares sirios están ahora más motivados si cabe para continuar su lucha hasta "la liberación total" de Siria y, en consecuencia, ha aconsejado "a todos aquellos que portan armas que las depongan". El presidente sirio, Bashar Al Assad, había dicho horas antes que la victoria en Alepo era "un paso básico en el camino hacia el final del terrorismo en Siria y para crear las condiciones adecuadas para hallar una solución que ponga fin a la guerra". Al Assad, que ya había asumido este triunfo militar, se lo ha concedido también a Rusia e Irán, sus principales y prácticamente únicos aliados internacionales, que le han ayudado desde el aire y sobre el terreno a forzar la caída de Alepo. Alepo es uno de los símbolos de la guerra siria porque fue una de las grandes ciudades que antes cayó en manos rebeldes. En 2012 una ofensiva opositora dejó la ciudad dividida entre el control insurgente y el gubernamental y desde entonces ambas partes han intentado hacerse con el dominio total a través de sucesivas campañas militares. El alto valor de Alepo ha desencadenado una encarnizada lucha que a su vez ha desatado una de las mayores crisis humanitarias en el interior de Siria. En los últimos meses, apenas 275.000 personas resistían en la zona oriental, de dominio rebelde. El régimen de Al Assad lanzó hace semanas su última ofensiva. La guerra sin cuartel sobre Alepo le permitió el 14 de diciembre sellar un pacto con la oposición para evacuar a los civiles y combatientes que resistían en la parte oriental a cambio una evacuación similar en las localidades de Foua y Kefraya, sitiadas por la insurgencia en Idleb. Según datos del Comité Internacional de Cruz Roja (CICR), más de 30.000 personas han abandonado el este de Alepo en esta semana. La mayoría se han dirigido a zonas rurales de la provincia o a Idleb, en manos rebeldes. El enviado especial de Naciones Unidas, Staffan de Mistura, ha advertido este jueves de que Idleb podría convertirse en "el próximo Alepo", ya que podría ser el siguiente objetivo militar de Al Assad y sus aliados. De Mistura ha urgido a retomar las conversaciones de paz y, en este sentido, ha considerado que el hecho de que Rusia, Irán y Turquía --que apoya a la oposición-- hablen "es algo bueno". El diplomático europeo confía en reanudar el diálogo el 8 de febrero en Ginebra.