Fuentes próximas al conflicto apuntan que Al Assad ha ordenado retiradas de sus fuerzas a la capital para ganar tiempo
MADRID 7 Dic. (EUROPA PRESS) -
El ministro del Interior de Siria, Mohamed al Rahmun, ha confirmado este sábado que las fuerzas de seguridad sirias han rodeado ya la capital del país, Damasco, de un cinturón de seguridad ante la llegada de los rebeldes del sur del país a las puertas de la ciudad.
"Acabamos de establecer un cordón militar y de seguridad muy resistente a las afueras de Damasco y su zona rural. Ahora mismo nadie puede penetrarlo", ha declarado a la televisión estatal siria.
El Ejército sirio tiene ahora mismo dos preocupaciones sobre la ciudad. Primero, la llegada de los rebeldes desde el sur, concretamente desde Daraa, Sueida y Tanf, que se están acercando hasta unos 20 kilómetros de la ciudad tras poner en fuga a miles de efectivos del Ejército sirio.
De hecho, el Gobierno iraquí ha confirmado que cerca de 2.000 militares sirios han cruzado la frontera entre ambos países en busca de refugio ante la ofensiva, ha confirmado el portavoz del Gobierno de Irak, Basem Awadi, a la agencia de noticias kurda iraquí Rudaw.
Sin embargo, queda por ver qué ocurre con la ofensiva opositora más poderosa: la que están emprendiendo desde el norte de la capital la alianza liderada por el grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham, que ahora mismo está a la altura de la ciudad de Homs, a 160 kilómetros de Damasco. HTS, en este sentido, ha asegurado esta noche que sus fuerzas han entrado a la ciudad entre nuevos desmentidos del Ejército sirio.
En cualquier caso, la alianza de yihadistas y rebeldes sirios que lleva diez días avanzando de manera inexorable desde el noroeste del país contra las fuerzas Al Assad ha anunciado este sábado el comienzo de la "etapa final" de sus operaciones para rodear la capital del país.
"Nuestras fuerzas han comenzado a poner en marcha la etapa final del cerco a la capital. Damasco nos aguarda", ha anunciado el líder del HTS y líder de la ofensiva, Abú Mohamed al Golani.
AL ASSAD ARRINCONADO
Hace unas horas, residentes de las localidades de la zona rural de Damasco indicaron a la agencia DPA dpa que habían visto a las tropas gubernamentales retirarse a pie hacia la capital.
En las ciudades de Muadamiyat al Sham, Jaramana y Sahnaya se han producido manifestaciones de la población local en apoyo de las fuerzas de la oposición, que avanzaron hacia los puestos de control del Ejército sirio.
Fuentes de la agencia Bloomberg entienden que este repliegue es una orden directa de Al Assad, que está ordenando a su Ejército que se retire para defender Damasco a cambio de ceder el resto del país a los insurgentes.
El motivo principal, según estas fuentes, es el de ganar tiempo: Al Assad ha ofrecido a Estados Unidos la posibilidad de cortar toda relación con las milicias proiraníes que campan con el país a cambio de que las potencias occidentales, con Washington a la cabeza, intervengan para poner fin a la ofensiva rebelde.
Estas fuentes de Bloomberg hablan incluso de una segunda iniciativa de Al Assad a través del presidente húngaro Viktor Orban para transmitirle lo que él ve como una amenaza existencial para la minoría cristiana de Siria si los rebeldes islamistas prevalecen. La intención era que Orban, un aliado de Donald Trump, transmitiera este peligro al presidente electo estadounidense.
Trump ha hablado este mismo sábado desde París, donde ha acudido a la inauguración de la restaurada catedral de Notre Dame, para avisar de que se desentenderá de toda cuestión relacionada con la crisis siria. El presidente electo ha concluido que Siria "es un desastre" y que, dado que "no es un país amigo", Estados Unidos "no debería tener nada que ver con esto". "No es nuestra lucha. Que ocurra lo que tenga que ocurrir. No nos involucremos", ha concluido.