Se trata de la primera detención de supuestos miembros del grupo en esta región
MADRID, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Ejército de Sudán ha anunciado la detención en la región de Darfur (oeste) de seis presuntos miembros de Boko Haram, que opera principalmente en Nigeria, en la primera detención de supuestos integrantes del grupo yihadista en esta zona del país.
En su comunicado, recogido por el portal local de noticias Sudan Tribune, el Ejército ha resaltado que todos los sospechosos son chadianos, antes de agregar que han sido detenidos a raíz de informaciones facilitadas por las autoridades de Yamena.
"Han sido entregados a los servicios de seguridad chadianos competentes, según el protocolo de cooperación de seguridad y control fronterizo firmado por Sudán, Libia, Níger y Chad", ha manifestado, antes de agregar que ha acordado con el país vecino "mantener el intercambio de información y la coordinación continuada para combatir el terrorismo y el crimen transnacional".
Los países de la región hablan de Boko Haram para referirse indistintamente a la facción encabezada por Abubakr Shekau y la reconocida como rama del grupo yihadista Estado Islámico en la región, conocida como Estado Islámico en África Occidental (ISWA).
Boko Haram, que inició en 2009 una insurgencia en el noreste de Nigeria que posteriormente extendió a los vecinos Chad, Camerún y Níger, se dividió en dos en 2016.
La facción que mantiene el nombre de Boko Haram está liderada por Shekau, quien juró lealtad a Estado Islámico en 2015 pero fue apartado como líder por la organización terrorista un año después.
La otra facción, ISWA, estuvo liderada por Abú Musab al Barnaui --hijo del fundador de Buko Haram, Mohamed Yusuf--, quien fue apartado este año del cargo y sustituido por Abú Abdulá ibn Umar al Barnaui.
Según un estudio publicado por el 'think-tank' Africa Center for Strategic Studies (ACSS), dependiente del Departamento de Defensa norteamericano, Boko Haram cometió 444 actos de violencia en 2018, un 25 por ciento menos de actividad con respecto al año anterior, y mató a 2.052 personas en 2018.
Por su parte, ISWA incrementó su actividad y triplicó sus acciones, pasando de 27 en 2017 a 83 el año pasado. Con ello también aumentaron sus víctimas, que alcanzaron las 687, un 58 por ciento más, según el estudio.