TÚNEZ, 10 May. (Reuters/EP) -
El presidente de Túnez, Beji Caid Essebsi, ha ordenado al Ejército este miércoles la protección de las instalaciones de fosfato, gas y petróleo después de las protestas que han motivado la interrupción de la producción en el sur del país.
Es la primera vez que las tropas tunecinas se han desplegado con el fin de proteger las instalaciones industriales, claves en la economía del país. Las protestas, manifestaciones y huelgas de los últimos años han costado al Estado miles de millones de euros.
Durante algunas semanas, más de mil manifestantes de la provincia de Tatouine, de donde empresas italianas y austriacas sustraen gas, han exigido empleos y una parte de los ingresos por los recursos naturales de la zona. También en la provincia de Kebili se han registrado protestas.
Los militares se desplazarán al lugar inmediatamente, han informado Essebsi, quien ha asegurado que "es una decisión seria pero que debe aplicarse para proteger los recursos". Essebsi ha dicho en un discurso dirigido a todo el país que la senda democrática tunecina "se ha visto amenazada y la ley debe ser aplicada, respetando las libertades".
Un residente de la sureña región de Mataloui, el corazón de la producción de fosfato en Túnez, ha asegurado que las tropas han llegado este miércoles y han comenzado por instalar alambre de espino alrededor de las instalaciones.
OMV, empresa de gas austriaca, ha retirado a alrededor de 700 empleados y contratistas como medida cautelar. Perenco y Serinus Energy, con sede en Canadá, han detenido la producción o cerrado las instalaciones productoras de gas. Túnez es un pequeño productor de petróleo y gas comparado con Libia o Argelia, cuya producción alcanza alrededor de 44.000 barriles al día.
Las protestas que han afectado al sector del fosfato en los últimos años han costado al país más de 2.000 millones de euros, según las cifras oficiales. No obstante, la producción alcanzó su cota más alta desde 2010 después de que el Gobierno negociara con los manifestantes. El Gobierno estima doblar la producción de fosfato hasta los 6,5 millones de toneladas en 2017.
El turismo, otra fuente de ingresos clave para el Gobierno, representa aproximadamente el 8 por ciento del Producto Interior Bruto del país. El sector se ha visto afectado por los dos ataques terroristas de 2015. Actualmente las reservas están aumentando y las autoridades esperan un crecimiento del turismo del 30 por ciento este año.
Seis años después de la primavera árabe, Túnez ha tratado de llevar a cabo reformas para motivar el crecimiento del país, pero muchos jóvenes desempleados, especialmente en el sur, sienten que han tenido pocas oportunidades. Mientras que la democracia se ha asentado con elecciones libres y una nueva Constitución, el malestar económico y las mismas frustraciones que desencadenaron el levantamiento de 2011, aún se viven en partes del país donde el desarrollo y el empleo son escasos.