ANKARA 10 Mar. (Reuters/EP) -
Las Fuerzas Armadas de Turquía han matado durante la última semana a 71 milicianos de las fuerzas kurdas Unidades de Protección Popular en el marco de sus operaciones en el norte de Siria para expulsar de la zona a los combatientes kurdos y a los del grupo terrorista Estado Islámico.
Los combates entre los fuerzas rebeldes apoyadas por Turquía y las YPG, ambas aliadas de Estados Unidos en la lucha contra Estado Islámico, amenazan con socavar los esfuerzos de Estados Unidos para forjar una coalición que logre expulsar a Estado Islámico de Raqqa.
Turquía está alarmada por la posibilidad de que Estados Unidos se alinee con las YPG en la ofensiva para hacerse con Raqqa para excluir a sus fuerzas. Washington sostiene que está dando pasos para inmpedir un conflicto entre las fuerzas turcas y las YPG, que Ankara cataloga como terroristas por sus vínculos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán.
El Ejército turco, con el apoyo del Ejército Libre Sirio, ha anunciado que ha matado durante la última semana a 71 milicianos kurdos de las YPG y del PKK. Desde el 5 de enero, el balance asciende a 134 milicianos kurdos abatidos.
La difícil situación en el norte de Siria están complicando los avances en el sur de las fuerzas del régimen que preside Bashar al Assad. Los medios estatales sirios informaron a última hora del jueves de que las Fuerzas Armadas turcas bombardearon a las fuerzas sirias y sus aliados causando muertos y heridos.
La agencia de noticias estatal siria SANA informó, citando a una fuente militar, de que el bombardeo turco alcanzó las posiciones de la Guardia de Fronteras siria cerca de la localidad de Manbij.
La zona de Manbij ha estado controlado desde 2016 por el Consejo Militar de Manbij, una milicia local que forma parte de las Fuerzas Democráticas Sirias, una alianza de grupos armados en la que están integradas las YPG.