Actualizado: lunes, 7 noviembre 2016 18:36

MADRID, 7 Nov. (EDIZIONES) -

El complejo sistema electoral y el bipartidismo imperante en Estados Unidos desde más de un siglo hacen que las elecciones a la Casa Blanca se disputen principalmente en un puñado de estados, ya que una buena parte de los 50 que componen el país, junto al Distrito de Columbia, son tradicionalmente demócratas o republicanos, sin variaciones.

Para estas elecciones, los estados en liza entre la candidata demócrata, Hillary Clinton, y el republicano, Donald Trump, son los que tradicionalmente se conoce como 'swing states', es decir, aquellos que van alternando entre ambos partidos, y algunos más en los que en estas elecciones determinados factores han abierto la posibilidad de un cambio entre el rojo (republicano) y el azul (demócrata).

A continuación repasamos los estados cuyo resultado podría determinar quién el es próximo inquilino de la Casa Blanca por el número de delegados que aportan al Colegio Electoral, el órgano encargado de elegir al presidente en Estados Unidos:

- ARIZONA (11): Este estado tradicionalmente republicano no ha votado por un presidente democráta desde 1996, cuando lo hizo por Bill Clinton. En estas elecciones, el aumento del número de votantes hispanos podría inclinar la balanza nuevamente hacia su mujer.

- CAROLINA DEL NORTE (15): En este estado tradicionalmente republicano, aunque Obama ganó en 2008, los demócratas aspiran a poder ganar apoyándose en el voto afroamericano (en torno al 23 por ciento en 2012) y en los blancos profesionales y con títulos universitarios, si bien Trump no ha tirado la toalla y busca ganarse al electorado rural blanco. Ha sido uno de los estados más visitados esta campaña.

- COLORADO (9): Uno de los estados variables por excelencia, en 2004 votó por George W. Bush y en 2008 lo hizo por Barack Obama, así que si Clinton saliera elegida este año teóricamente Colorado debería votar por ella. Los demócratas cuentan con que esto ocurra, entre otras cosas porque los votantes demócratas e independientes registrados han superado por primera vez a los republicanos.

- FLORIDA (29): Muchos creen que podría volver a desempeñar un papel determinante como en 2000, cuando sus 29 electores dieron la Presidencia a George W. Bush. Aquí el voto latino es clave y en este segmento de la población Trump no cuenta con mucho respaldo, lo que a priori beneficiaría a Clinton. Además, el gran número de votantes anticipados que se ha registrado también beneficiaría a la antigua primera dama.

- GEORGIA (16): Desde que Bill Clinton ganara aquí en 1992, ningún candidato demócrata ha repetido victoria. El elevado número de votantes afroamericanos en Atlanta, sin embargo, da a Clinton opciones de alzarse con la victoria.

- IOWA (6): El hecho de que la población de este estado sea blanca en un 90 por ciento beneficia claramente a Trump, que tiene principalmente en los hombres blancos su principal apoyo. Sin embargo, el estado votó por Obama en 2008 y 2012. Clinton solo tendría opciones si gana en el condado de Polk, el más poblado, y por un elevado margen.

- MICHIGAN (16): Aunque sus ciudadanos no han apoyado a un presidente republicano desde 1988 con George H. W. Bush, en las primarias demócratas se decantaron por el rival de Clinton, Bernie Sanders. Además, este estado predominantemente industrial cuenta con un electorado blanco del 72 por ciento, algo que también beneficiaría a Trump.

- NEVADA (6): Otro de los 'swing states' por antonomasia, sus votantes han respaldado a todos los presidentes desde 1992. Su electorado está muy dividido, pero el aumento del número de hispanos (un tercio) y también de los asiáticos podría beneficiar a Clinton. La clave aquí es ganar en el condado de Clark, donde está Las Vegas.

- NEW HAMPSHIRE (4): Este pequeño estado que solo aporta cuatro delegados al Colegio Electoral se considera en liza entre otras cosas porque Clinton no parece tan bien situada como Obama para lograr el apoyo de sus ciudadanos y se tema que incluso pueda perderlo, pese a que el estado ha votado por el candidato demócrata en cinco de las seis últimas elecciones.

- NUEVO MÉXICO (5): En este estado tradicionalmente demócrata en el que George W. Bush se impuso en 2004, el elevado número de votantes latinos debería beneficiar a Clinton, pero hay un factor añadido: el candidato libertario Gary Johnson, que fue gobernador durante dos mandatos y que podría robarles votos.

- OHIO (18): La población de este estado es en un 80 por ciento blanca, lo que beneficia a Trump, si bien Obama ganó en las dos últimas elecciones. Los sondeos están por ahora del lado del magnate, para quien una victoria en Ohio es imperativa si quiere tener opciones de llegar a la Casa Blanca, según los expertos.

- PENSILVANIA (20): El hecho de que Filadefia sea una ciudad predominantemente demócrata ha sido clave en que el partido se haya impuesto aquí en las últimas seis elecciones. Así pues, ganar esta ciudad es clave para los demócratas, teniendo en cuenta que la población es principalmente blanca de clase trabajadora y media.

- UTAH (6): Este estado tradicionalmente republicano, no ha votado por un demócrata desde 1964 y no se espera que lo haga en esta ocasión. El problema para Trump viene del hecho de que el independiente Ewan McMullin, un mormón nacido aquí, pueda alzarse con la victoria y arrebatarle los seis delegados en juego.

- VIRGINIA (13): Otro de los 'swing states' tradicionales, Clinton ha visto como su ventaja en los sondeos se ha venido reduciendo y eso pese a que su compañero de fórmula, Tim Kaine, es senador por este estado. No obstante, su composición demográfica debería beneficiar a la antigua secretaria de Estado.

- WISCONSIN (10): Este estado, en el que se fundó precisamente el Partido Republicano, ha votado demócrata desde 1984. Trump ha hecho una gran inversión publicitaria para intentar inclinar la balanza a su favor en este estado, del que es natural el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, quien sin embargo no mantiene una buena relación con el candidato de su partido.

Leer más acerca de: