MADRID, 24 Abr. (EDIZIONES) -
La primera vuelta de las elecciones presidenciales en Francia había atraído la atención de todo el mundo, especialmente de Europa, y como cabía esperar no ha defraudado, aunque por una vez en el último año los sondeos no se han equivocado y el resultado final ha coincidido con sus pronósticos: el centrista Emmanuel Macron se enfrentará a la ultraderechista Marine Le Pen.
Aunque habrá que esperar a que se celebre la segunda vuelta el próximo 7 de mayo, son ya muchos los motivos que permiten hablar de unas elecciones históricas que marcarán un antes y un después en la política francesa.
LAS DOS GRANDES FUERZAS, FUERA
Por primera vez desde que se instauró la V República en 1958 ninguna de las dos grandes fuerzas políticas que han dominado la escena francesa, los socialistas y el centro-derecha ahora representado por Los Republicanos, tendrán a un representante en la segunda vuelta presidencial.
En el caso de los socialistas, ya vivieron esta situación en 1969 con Gaston Defferre, que quedó cuarto con el 5 por ciento de los votos, y en 2002, cuando Lionel Jospin quedó fuera de forma sorpresiva tras ser adelantado por un escaso margen por el ultraderechista Jean-Marie Le Pen, quien obtuvo el 16,86 por ciento frente al 16,18 del socialista.
Para Los Republicanos ésta será la primera vez que no estén en la segunda vuelta. Para estas elecciones, el centro-derecha se animó a realizar primarias abiertas, como ya hicieron los socialistas en 2012 y han vuelto a hacer este año.
Aunque su candidato, François Fillon, partía como claro favorito para imponerse a Le Pen, el escándalo por los empleos ficticios de su mujer ha lastrado su campaña, si bien su insistencia en luchar hasta el final ha resultado acertada, habida cuenta de que finalmente ha obtenido un 20 por ciento de los votos y un peleado tercer puesto, lo que deja a su partido tocado pero no hundido de cara a las legislativas de junio.
Si se suman sus resultados, ambas fuerzas políticas consiguen también su peor resultado, ya que se han quedado en el 26 por ciento del electorado. En comparación, en las elecciones de 2012 el socialista François Hollande y el presidente saliente Nicolas Sarkozy sumaron el 56 por ciento de los votos.
Uno de los motivos de esta caída puede ser el resultado cosechado por Emmanuel Macron, que ha conseguido atraer respaldos de ambos bandos y alcanzar el 23,75 por ciento de los votos. Sin embargo, en las elecciones de 2017 el centrista François Bayrou (que no se ha presentado a estos comicios y apoya a Macron) logró un 18,6 por ciento y Sarkozy y la socialista Ségolène Royal sumaron un 57 por ciento de los votos.
LOS CUATRO MÁS VOTADOS, MÁS CERCA QUE NUNCA
Nunca hasta ahora se había registrado un resultado tan ajustado entre los cuatro primeros candidatos. Sí que es frecuente que entre el segundo y el tercer candidato más votado haya un escaso margen, como ocurrió en 2002 entre Le Pen y Jospin (16,86 por ciento frente a 16,18 por ciento) o en 1995, cuando Chirac quedó segundo con el 20,84 por ciento, seguido por Edouard Balladur, con el 18,58 por ciento.
Sin embargo, hasta la fecha no se había dado el caso en que el cuarto candidato, en esta ocasión el izquierdista Jean-Luc Mélenchon (19,6 por ciento) quedara a menos de ocho puntos de distancia del ganador de la contienda.
En 1995, el socialista Lionel Jospin ganó la primera vuelta con el 23,3 por ciento de los votos --luego perdería en segunda vuelta frente a Chirac-- y el cuarto clasificado, Jean-Marie Le Pen, obtuvo el 15 por ciento.
MEJOR RESULTADO HASTA LA FECHA DEL FRENTE NACIONAL
El Frente Nacional obtiene el mejor resultado de toda su historia. Desde que Marine Le Pen tomó las riendas de la formación que fundó su padre Jean-Marie en 1972, los resultados electorales no han hecho sino mejorar. Después del histórico primer puesto en las elecciones europeas de 2015, la formación siguió cosechando buenos resultados que la segunda posición de su líder en las presidenciales ha venido a superar.
Los 7,6 millones de votos cosechados por Marine Le Pen suponen un récord que seguramente al partido le cueste superar en las elecciones legislativas. Tras las elecciones de 2002, en las que su fundador logró el paso a la segunda vuelta en la que perdió frente a Jacques Chirac por más del 82 por ciento de los votos, el Frente Nacional no consiguió capitalizar el respaldo y se quedó sin representantes en la Asamblea Nacional.
Al partido ultraderechista le perjudica especialmente el sistema a dos vueltas imperante en Francia. Tanto en las presidenciales, como en las legislativas, suele imperar el llamado "frente nacional" que conforman las fuerzas socialistas y de centro-derecha y que impone un "cordón sanitario" apoyando a cualquiera que sea el candidato que debe enfrentarse al del Frente Nacional.
MACRON, EL MÁS JOVEN Y SIN HABER OCUPADO NUNCA UN CARGO ELECTO
Emmanuel Macron no solo es el aspirante más joven a llegar al Elíseo a sus 39 años sino que es además el primero con opciones reales de convertirse en el próximo presidente de Francia sin haber sido elegido nunca para ningún otro cargo. Antes de ser candidato, fue ministro de Economía de François Hollande, siendo esto lo más cerca que ha estado de los cargos electos.
El líder del movimiento En Marche!, que fundó hace apenas un año, ha superado con nota su primera cita con las urnas, al lograr el 23,75 por ciento de los votos y colarse en la segunda vuelta del 7 de mayo. Ante los apoyos decididos llegados a su candidatura desde las filas socialistas y del centro-derecha ya desde el domingo por la noche, y lo que apuntan los sondeos, no debería tener problemas en hacer historia dentro de dos semanas.
Otra cosa serán las elecciones parlamentarias del 11 y 18 de junio. Macron ha adelantado que presentará candidatos en todas y cada una de las circunscripciones del país y ha confiado en que si los franceses le respaldan para ser presidente también lo harán para dotarle de una representación parlamentaria que le permita gobernar y evitar una incómoda cohabitación.
Si Macron gana el 7 de mayo, será el presidente más joven que haya tenido Francia desde 1958, superando a Valéry Giscard d'Estaing, que tenía 48 años cuando accedió al Elíseo en 1974. Por su parte, Nicolas Sarkozy tenía 52 años cuando alcanzó la Presidencia en 2007, mientras que François Hollande tenía 57 años en 2012.
LE PEN, ¿PRIMERA MUJER PRESIDENTA?
Marine Le Pen aspira a convertirse en la primera mujer presidenta de Francia, pero no es la primera candidata que pasa a la segunda vuelta electoral, ya que en 2007 consiguió este hito la socialista Ségolène Royal, que finalmente perdió frente a Sarkozy.
La primera mujer en lanzarse a la carrera presidencial en Francia fue Arlette Laguiller, portavoz de Lucha Obrera, que se presentó candidata en 1974 con 34 años y obtuvo el 2,33 por ciento de los votos. Laguiller concurrió a los cinco comicios sucesivos, haciéndolo por última vez en 2007.