Sri Lanka's President Mahinda Rajapaksa gestures to the media after casting his
DINUKA LIYANAWATTE / REUTERS
Actualizado: lunes, 6 julio 2015 11:10


COLOMBO, 6 Jul. (Reuters/EP) -

La fecha de las elecciones de parlamentarias de Sri Lanka que han sido programadas anticipadamente para el próximo 17 de agosto tratan de frenar las opciones del expresidente Mahinda Rajapaksa, han informado fuentes gubernamentales.

"Es popular y un candidato fuerte entre la gente de (la región de) Sinhala tras la victoria en la guerra civil", ha afirmado Kusal Perera, director del 'think tank' ceilandés Centro por la Socialdemocracia en declaraciones a Reuters.

En el entorno del presidente, Maithripala Sirisena, se reconoce el tacticismo en la fecha elegida para celebrar las elecciones ya que se considera que unas votaciones adelantadas darían una cierta ventaja al actual primer ministro y aliado de Sirisena, Ranil Wickremesinghe, y limitaría las posibilidades de un resurgimiento de Rajapaksa.

Asimismo, las posibilidades de Rajapaksa pasan por la publicación de un informe de la ONU sobre los crímenes de guerra cometidos durante el final del conflicto civil en 2009, un informe que vería la luz en septiembre, del que podrían conocerse algunos detalles en agosto, y que podría influir en los comicios.

"Aunque no se diga abiertamente, el informe de la ONU fue considerado fundamental para decidir la fecha de las elecciones", ha asegurado el ministro de Energía, Champika Ranawaka. Así, fuentes diplomáticas apuntan a que países occidentales están preocupados por que el informe pueda favorecer las opciones de Rajapaksa.

En esta jugada política, la decisión de adelantar las elecciones ha permitido a Wickremesinghe eludir una cuestión de confianza impulsada por el Parlamento por un supuesto caso de malversación.

El pasado miércoles, miles de partidarios se congregaron para presenciar el anuncio del expresidente para postularse como candidato a primer ministro en los comicios de agosto. En el multitudinario mitin especificó el partido con el que concurrirá a los comicios pero sus partidarios han indicado a Reuters que formará una nueva coalición si Sirisena no cede a sus pretensiones.

Las disputas entre Sirisena, exministro durante la administración Rajapaksa, y el propio Rajapaksa cristalizaron en las elecciones presidenciales del año pasado cuando, contra todo pronóstico, Sirisena desbancó a su exaliado, lo que abrió una nueva etapa democrática en la isla con las elecciones parlamentarias del año 2015 en el horizonte político.

No obstante, desde que se iniciara su mandato la administración Sirisena ha visto torpedeada su acción ejecutiva y muchas de las reformas prometidas no han sido aprobadas por la oposición de formaciones que continúan siendo leales a Rajapaksa.

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