BOGOTÁ, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha rechazado el acuerdo alcanzado por el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para el desarme de la guerrilla porque permitirá al Estado "envalentonarse con mayor represión contra los reclamos sociales".
"Para favorecer el proceso de paz, mantenemos respeto por la mesa de La Habana (...), pero ante la próxima firma de un acuerdo definitivo de dejación de armas de las FARC, nos vemos en la obligación de expresar que no compartimos la esencia", ha dicho la guerrilla en un comunicado.
El ELN ha argumentado que, "si las guerrillas se desarman, será más grande la entrega de la patria a los intereses imperialistas" y "la oligarquía se envalentonará con mayor represión contra los reclamos sociales".
"Si en más de 60 años de lucha guerrillera, la oligarquía no ha cedido parte de sus privilegios, mucho menos si las guerrillas se desarman", de modo que "mientras se mantenga un régimen oligárquico, es un imperativo político mantenernos como rebeldes alzados en armas", ha defendido.
También ha criticado los otro acuerdos alcanzados hasta ahora por el Gobierno y las FARC --desarrollo agrario y rural, participación política, drogas y víctimas-- porque "deforman los fundamentos esenciales del derecho a la rebelión".
"Se evidencia que el objetivo principal de la comandancia de las FARC es convertirse en una organización legal, aceptando unos acuerdos que exculpan al Estado de su responsabilidad en el desarrollo de la guerra sucia", ha reprochado.
Con ello --ha advertido el grupo armado liderado por Nicolás Rodríguez Bautista, alias 'Gabino'--, "el Gobierno niega la naturaleza política del alzamiento armado y mantiene intacto el régimen oprobioso de violencia, exclusión, desigualdad, injusticia y depredación".
El ELN ha alertado de que para el Gobierno de Juan Manuel Santos "la paz no es una convicción política, sino solo un cálculo económico porque le resultará más barato llevar a la insurgencia a la legalidad sin comprometerse con las transformaciones que la sociedad necesita".
Para la segunda guerrilla colombiana "la paz solo será posible si se dan las transformaciones estructurales de la sociedad y el Estado donde el pueblo sea el protagonista de las nuevas construcciones que permitan la justicia social, la equidad, la dignidad y la soberanía".
"Mientras esta nueva Colombia no esté garantizada y se mantenga un régimen oligárquico basado en la violencia, sigue sendo un imperativo político que nos mantengamos como rebeldes alzados en armas para acompañar odas las luchas de resistencia social", ha enfatizado".
DIÁLOGO CON EL ELN
Por otro lado, el ELN ha acusado al Gobierno de "congelar" el inicio de la fase pública de las negociaciones de paz que las partes anunciaron el pasado 30 de marzo, tras cuatro años de "contactos exploratorios" en la sombra.
"Desde agosto de 2012, con el acompañamiento de la comunidad internacional, adelantamos reuniones formales con el Gobierno en pos del objetivo de lograr una paz que interprete el sentir de los colombianos", ha escrito en Twitter.
"Incumplimientos, exigencias unilaterales e intentos de manipulación afrontamos, pero logramos firmar el 30 de marzo un acuerdo de agenda de paz", a pesar de lo cual, "pasados cuatro meses las conversaciones están congeladas".
El ELN ha achacado esta parálisis a "una decisión unilateral del Gobierno", que "pretende imponer condiciones por fuera de la formalidad de la mesa de negociaciones, haciendo exigencias que jamás fueron acordadas".
La guerrilla ha considerado que "el Gobierno tiene miedo a la participación de la sociedad", si bien para el ELN el diálogo de paz "implica dar la palabra a sectores organizados y también a la pobrería", para que no sea una "invitada de piedra".