WASHINGTON 19 Ago. (Reuters/EP) -
La embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Nikki Haley, ha insistido este viernes en la importancia de condenar y "aislar el odio" después de que el presidente Donald Trump atribuyera la responsabilidad los disturbios que tuvieron lugar la semana pasada en la localidad de Charlottesville a los supremacistas blancos y a los grupos de la "izquierda alternativa".
"Esos que se manifiestan y derraman odio son pocos, pero hablan muy alto. Debemos denunciarlos y hacerles sentir que están aislados de todo, tal y como ellos quieren hacer sentir al resto", ha manifestado Haley.
La diplomática estadounidense, que fue gobernadora de Carolina del Sur, ha denunciado la "horrible" oleada de violencia en Charlottesville (Virginia), que se saldó con tres muertos --una civil y dos policías-- y ha afirmado que le "recuerda a los tristes eventos que tuvieron lugar en 2015 en Charleston".
"La gente no nace odiando. Todos tenemos la responsabilidad de condenar esto. Debemos respetar la diversidad y las diferentes opiniones, pero nunca debemos utilizar la violencia con esta finalidad", ha aseverado Haley, que retiró una bandera de los Estados Confederados del capitolio de Carolina del Sur tras la masacre de Charleston, donde un hombre blanco mató a tiros a nueve personas en el interior de una iglesia.
Trump indicó que realmente no quiso establecer una "equivalencia moral" entre los grupos de ultraderecha y quienes protestaban en contra ellos y ha achacado este supuesto error a las "noticias falsas" difundidas por los medios de comunicación.
Aunque el dirigente estadounidense condenó el lunes a los grupos neonazis y al Ku Klux Klan, el martes volvió a levantar la polémica en el país al insistir en que también había que culpar de la violencia a los que se manifestaron contra la marcha de los supremacistas blancos.