MADRID, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -
La embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Nikki Haley, ha tildado este lunes al presidente sirio, Bashar al Assad, de "criminal de guerra", afirmando que "es una disuasión para la paz".
"Antes de nada, Al Assad es un criminal de guerra. Utilizó armas químicas contra su propio pueblo. No permite que entre ayuda (humanitaria)", ha indicado, según ha informado la cadena de televisión estadounidense Fox News.
Así, Haley ha criticado al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de no actuar ante el uso de armas químicas por parte del Ejército, asegurando que "hay pruebas de que las usó en tres ocasiones".
Por otra parte, ha manifestado que el Gobierno de Barack Obama "también tiene que asumir responsabilidades" por la situación que atraviesa el país árabe, tras más de seis años de conflicto.
"Hay que mirar también la influencia iraní y el hecho de que tenemos que acabar con ello. Siria está en una situación muy triste, pero no tiene por qué ser así", ha argumentado.
"Si se echa la vista atrás, se podrían haber hecho muchas cosas para evitar estar donde estamos ahora. En eso es en lo que tenemos que centrarnos", ha explicado Haley.
Asimismo, la embajadora ha defendido que no cree que el pueblo sirio quiera a Al Assad como presidente, después de que el secretario de Estado, Rex Tillerson, dijera la semana pasada que la posición del mandatario debe ser decidida por la población.
"No creemos que el pueblo quiera a Al Assad. No creemos que vaya a ser alguien que la gente quiera tener", ha indicado, tal y como ha recogido la agencia británica de noticias Reuters.
La propia Haley afirmó la semana pasada que Estados Unidos ya no tiene entre sus "prioridades" expulsar del poder al presidente sirio.
Haley marcó de esta forma distancias con el Gobierno de Obama. "No podemos concentrarnos necesariamente en Al Assad de la forma en que hizo la anterior Administración", argumentó.
El planteamiento contrasta también con la posición de la principal alianza política opositora, que siempre ha descrito como 'línea roja' de las conversaciones de paz la continuidad del presidente sirio.
Al Assad, por su parte, sostiene que es el legítimo líder del país y ha defendido en numerosas ocasiones que la decisión sobre su continuidad debe pasar por las urnas. Las elecciones en Siria han sido denunciadas por su falta de transparencia.