PARÍS, 14 May. (EUROPA PRESS) - Emmanuel Macron, un ex banquero de 39 años, se ha convertido este domingo en el presidente más joven de la historia de Francia, tras imponerse a la líder ultraderechista, Marine Le Pen, en la segunda vuelta electoral del 7 de mayo, después de una campaña electoral marcada por la sucesión de escándalos políticos. Macron ha sido proclamado vigésimo quinto presidente de la República de Francia en una solemne ceremonia celebrada en el Salón de Festejos del Palacio del Elíseo por boca del presidente del Consejo Constitucional, Laurent Fabius, que ha confirmado los resultados electorales. "Este día, domingo 14 de mayo, y en este preciso momento, toma posesión de sus funciones. Nuestras felicitaciones más sinceras", ha anunciado Fabius que, citando al vizconde de Chateaubriand, le ha aconsejado: "para ser un hombre su país debe ser un hombre de su tiempo". A continuación, el nuevo presidente francés ha recibido los atributos propios del cargo: la Gran Cruz y el Gran Collar de Gran Maestro de la Orden Nacional de la Legión de Honor, que le ha entregado el jefe de las Fuerzas Armadas, el general Benoit Puga. Macron, en un discurso de investidura de unos diez minutos, que ha pronunciado con gesto serio, se ha mostrado consciente de "la gravedad del cargo" y ha prometido servir con "honor", en base al "espíritu de esperanza y de concordia" con el que, según ha dicho, fue elegido. Recuperando el mensaje central de su campaña, ha señalado como prioridad la "renovación democrática" de Francia, garantizando que "los ciudadanos tengan voz y sean escuchados" y que "todas las élites" asuman su "responsabilidad" en esta tarea. "Debemos recuperar el sentido profundo, la dignidad de lo que nos une: servir de forma justa y eficaz a nuestro pueblo", ha instado. Macron se ha impuesto como primera tarea "reconciliar a los franceses", tras un debate político excesivamente bronco que ha socavado la ya maltrecha imagen de la clase política gala y que ha debilitado especialmente a los partidos tradicionales. "El pueblo francés siempre ha mostrado su espíritu de concordia", ha recordado. Además, se ha propuesto "amplificar todo aquello que haga de Francia un país donde poder vivir sin tener miedo" para devolver a los franceses la "confianza" en su país y en sus instituciones. "Será un trabajo lento y exigente, pero es indispensable", ha sostenido. En el plano internacional, se ha propuesto convertir a Francia en "ejemplo del mundo" porque aún "sigue siendo una potencia". "El mundo y Europa, hoy, más que nunca, necesitan a Francia, y necesitan a una Francia fuerte que sepa inventar el futuro. El mundo y Europa necesitan que los franceses demuestren lo que todos juntos hemos aprendido: la valentía de la libertad", ha afirmado. Macron pretende "corregir los excesos del mundo" recuperando las banderas de "la libertad y los derechos del hombre" para "construir una paz verdadera" y, en clave regional, lograr "una Europa más democrática, más política", para que sirva de "instrumento de nuestra soberanía". "La Europa que necesitamos debe se refundada, relanzada, para que pueda protegernos", ha aseverado. El nuevo presidente, que ha rendido un breve homenaje a sus antecesores, ha prometido "estar a la altura" de los "desafíos" del momento, tanto dentro como fuera de las fronteras francesas, y no ceder ante "lo fácil". "Viva Francia", ha concluido. La jornada ha comenzado al filo de las 10.00, cuando Macron ha llegado a la residencia oficial, poco después de su mujer, su antigua profesora de instituto Brigitte Trogneux, para reunirse con el presidente saliente, François Hollande, que le ha recibido en la escalinata del Elíseo, donde ambos se han mostrado sonrientes a la prensa estrechándose la mano. Han mantenido una reunión a puerta cerrada de unos 30 minutos en la que, entre otras cosas, Hollande ha hecho entrega al que fuera su ministro de Economía de los códigos nucleares de Francia, uno de los pocos países con arsenales atómicos autorizados. Tras ello, Hollande ha abandonado el que ha sido su hogar durante los últimos cinco años. El ya ex presidente ha salido acompañado de Macron, que ha aplaudido mientras los apostados en la explanada de la residencia oficial han ovacionado al dirigente socialista. Macron, ya oficialmente en el cargo, ha pasado revista a las tropas en el patio del Elíseo y ha entonado el himno nacional para después recibir las 21 salvas de honor que han completado el ritual de investidura, que ha seguido escrupulosamente la tradición republicana.