MADRID, 26 DE ABRIL (EDIZIONES)
La Guerra del Sinaí 1956, que enfrentó a Egipto e Israel, terminó con la ONU interponiendo sus tropas entre ambos países para asegurar la paz en la península del Sinaí. Durante unos años se mantuvo una paz muy inestable, hasta que en 1967, ante la escalada de tensión entre los dos países, estalló de nuevo el conflicto.
En mayo de 1967, Egipto exigió a la ONU la retirada de las tropas de la península del Sinaí. La retirada de la ONU de Egipto hizo temer a Israel un ataque inminente, por lo que lanzó un ataque preventivo el 5 de junio de ese mismo año, destruyendo casi en su totalidad la fuerza aérea egipcia. Egipto entró en guerra con Israel, así como sus aliados árabes, entre ellos Siria. Fue la Guerra de los Seis Días, que acabó con la victoria de Israel.
Una de las consecuencias de esa guerra fue la conquista de los Altos del Golán a los sirios. Los Altos del Golán son una zona al norte de Israel de unos 1.800 kilómetros cuadrados. Cuando acabó el conflicto, 1.200 kilómetros cuadrados de este territorio pasaron a manos israelíes. La ONU pidió a Israel la devolución de todos los territorios ocupados durante la guerra, pero este se negó a devolver los Altos del Golán.
Siria y Egipto quisieron recuperar aquellos territorios perdidos, así que en 1973, durante la fiesta judía del Yom Kipur, ambos países coordinaron un ataque contra Israel en los Altos del Golán y en la península del Sinái. Los sirios estuvieron muy cerca de conquistar el territorio perdido, pero tras tres días de combates el Ejército israelí pudo contener la ofensiva.
Israel obligó a retroceder a las tropas sirias en los Altos del Golán hasta las posiciones que ocupaban antes del comienzo del ataque. La Guerra de Yom Kipur acabó en 19 días con una nueva derrota de los aliados árabes y los Altos del Golán continuaron bajo control israelí.
Pocos años más tarde, en 1981, Israel anexionó los Altos del Golán a su territorio, aplicándole su sistema legal, administrativo y jurisdiccional, e incluso ofreciendo la nacionalidad israelí a todos los que allí habitaban. La ONU, que ya había exigido en la Guerra de los Seis Días la devolución de todos los territorios ocupados, reaccionó a esta anexión con una resolución, aprobada por unanimidad, en la que la declaró nula y sin valor.
El estatus a día de hoy no ha cambiado. Los territorios de los Altos del Golán siguen estando bajo influencia israelí. Según el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, “Israel nunca se irá de los Altos del Golán”.