MADRID, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades estadounidenses han encontrado este jueves sendos paquetes sospechosos remitidos al exvicepresidente Joe Biden y el actor Robert De Niro que vienen a sumarse a los remitidos en los últimos días a destacadas figuras demócratas como el expresidente Barack Obama y la antigua secretaria de Estado Hillary Clinton.
Según la cadena NBC, el paquete dirigido a Biden ha sido localizado en una oficina postal en New Castle, en el estado de Delaware. De acuerdo con la cadena CNN, se estaba buscando el paquete, similar a los anteriores, ya que se sabía había sido devuelto al parecer porque la dirección no era correcta.
Por otra parte, según informa la CNN, este jueves ha llegado un paquete sospechoso, con características similares a todos los anteriores, a la oficina de la empresa de producción del actor Robert De Niro en Nueva York.
En este caso, según NBC, ha sido un empleado del edificio el que ha dado la voz de alarma tras ver las noticias de los demás paquetes. Según ha contado, recordó que había visto hacía uno o dos días un paquete similar en el edificio.
Los paquetes, son todos similares y están compuestos por una tubería y cables. Todos ellos, según ha explicado a la CNN el agente del FBI Bryan Paarmann, al frente de la división antiterrorista en Nueva York, aunque rudimentarios podrían estallar simplemente al ser manejados.
Los sobres tienen en común que la dirección del remitente es la de la congresista demócrata Debbie Wasserman Schultz, aunque con un error en su segundo apellido.
Por ahora, han recibido paquetes sospechosos, además de Obama, Clinton y Biden, el exfiscal general Eric Holder, la congresista demócrata Maxine Waters, el exdirector de la CIA John Brennan --en su caso se envió a la sede de la cadena CNN en Nueva York ya que colabora frecuentemente con este medio-- y el multimillonario George Soros.
El FBI no descarta que pueda haber más paquetes enviados pero que por el momento no han llegado a sus destinatarios. Salvo en el caso del enviado a Soros, los demás no llegaron a su destino final. Los de Obama y Clinton fueron interceptados por el Servicio Secreto.
Los cuerpos de seguridad están tratando la serie de paquetes explosivos como un asunto de terrorismo nacional y han aconsejado a la población que se mantenga vigilante.