LONDRES 8 May. (Reuters/EP) -
Veinticuatro horas antes de las elecciones generales, la mayoría de las encuestas británicas aseguraban una carrera reñida hasta el último minuto entre conservadores y laboristas. Esas expectativas han quedado machacadas por los resultados oficiales, que han concedido al partido Conservador de David Cameron una victoria aplastante a costa de la debacle de Laboristas y liberaldemocrátas, y han llevado a las encuestadoras a evaluar sus métodos tras semejante desviación respecto de sus estimaciones.
Las primeras respuestas a esta cadena de inexactitudes son variadas: desde el voto oculto hasta errores de base en el sistema de sondeos. En cualquier caso, quedan pocas dudas de que se trata de uno de los golpes más duros que han recibido estas empresas en los últimos 20 años.
"Los encuestadores siempre murmuran con horror el año 1992, y ahora pueden añadir el año 2015", ha lamentado el experto en ciencias políticas Rob Ford, recordando el desastre de hace 23 años, cuando los sondeos apuntaban una victoria laborista hasta que los conservadores se hicieron con el triunfo, superando en 9 puntos las estimaciones provisionales.
El propio primer ministro, David Cameron, lanzó un gancho a las encuestadoras nada más conocer que había conservado su escaño por Witney. "Solo hay una encuesta que cuenta, la de las elecciones, y no creo que jamás haya sido tan correcta como ha sido hoy", declaró Cameron, quien horas después se haría con el triunfo absoluto.
Encuestadoras como Populus, una de las más prestigiosas de Reino Unido, parecen coincidir. "Estos resultados plantean cuestiones muy serias para todos nosotros", ha hecho saber en su cuenta de Twitter.
No todas piensan igual pero defienden su trabajo en aspectos puntuales. Empresas como Survation y ComRes señalan que acertaron al pronosticar el crecimiento del Partido Nacional Escocés y el colapso liberaldemócrata. Con todo, también reconocen que la fragmentación del espacio político les ha causado "más de un dolor de cabeza", en palabras del presidente de Com Res, Andrew Hawkins.
LOS 'TORIES' TÍMIDOS
Otras razones que esgrimen las encuestadoras es la aparición de un sector llamado "los tories tímidos", una masa de votantes conservadores que se habían declarado indecisos hasta el momento de depositar su voto. Y aun así no parece razón suficiente dado que muchas encuestadoras habían ajustado sus pronósticos teniendo en cuenta este factor.
Más errores: un posible fracaso a la hora de captar una muestra de votantes que verdaderamente represente a la población, lo que sería un indicio del anquilosamiento de los actuales métodos. "Cada vez parece más difícil configurar una muestra representativa, y eso ha deteriorado la calidad de las encuestas", explica el experto estadounidense Nate Silver.
No parece que exista un factor fundamental que justifique por sí solo la desviación. Y lo más sorprendente: que todas las encuestadoras han alcanzado la misma conclusión a partir de procedimientos diferentes. "Hay diferentes empresas que han empleado diferentes metodologías y a todas se les han pasado estos detalles. Y lo peor es que no sabemos por qué. Estamos consternados", ha lamentado Ford.
UNA INVESTIGACIÓN CONJUNTA
Las encuestadoras han emitido un comunicado conjunto en el que lamentan la inexactitud de sus pronósticos y anuncian el comienzo de una investigación conjunta para determinar qué ha podido fallar.
"El Consejo de Encuestas Británico, en colaboración con la Sociedad de Estudios de Mercado, iniciará una investigación independiente para buscar las posibles causas de esta aparente distorsión y emitir recomendaciones de cara a futuros comicios", han hecho saber a través de un comunicado recogido por la cadena BBC.