Actualizado: lunes, 17 agosto 2015 17:23


BAMAKO, 17 Ago. (Reuters/EP) -

Los rebeldes tuaregs, que operan en el norte de Malí, han atacado este lunes posiciones de una milicia progubernamental, en un combate que está minando los intentos del Ejecutivo por pacificar la región, según han informado fuentes de ambos bandos.

Un portavoz de Plataforma, una alianza de grupos partidarios del Gobierno, ha asegurado que los combatientes de Coordinador de Movimientos Tuaregs de Azawad (CMA) ha atacado dos de sus posiciones esta mañana, el tercer día en el que se han producido choques.

Los separatistas tuaregs firmaron un acuerdo de paz en junio, por lo que los países occidentales, incluido Francia, esperan que el Ejército maliense se centre en eliminar a los grupos islamistas, algunos de ellos relacionados con Al Qaeda. Sin embargo, las tensiones se han despertado de nuevo, y está previsto que el vecino Níger albergue este miércoles conversaciones para apaciguar la situación.

"Creo que están buscando un pretexto para boicotear el encuentro en Niamey diciendo que hay disturbios en el norte", ha explicado un líder de la milicia Gatia, que pertenece a la Plataforma, Fahad Ag Almahamoud.

Almahamoud ha afirmado que su grupo no ha sufrido ninguna baja en el combate, el cual tuvo lugar en dos frentes cercanos a las ciudades de Anefis y Amassine, en Kidal, una región en el norte del país, en torno a las 6:00 horas.

El portavoz de CMA, Almou Ag Mohamed, ha informado de que los combatientes de Plataforma han tomado Anefis justo antes del mediodía de este lunes, y un combatiente del CMA ha confirmado que los rebeldes han perdido la ciudad.

Ag Mohamed, ha argumentado que los tuaregs han lanzado los ataques al ver que la misión de mantenimiento de paz de la ONU en Malí (MINUSMA) no había conseguido evitar que los milicianos de la Plataforma incurriesen en zonas bajo el control de la CMA.

BOICOT A LAS CONVERSACIONES

Además, Ag Mohamed ha adelantado que probablemente la CMA no asistirá a las conversaciones debido a la violencia que vive el país. "Las conversaciones previstas en Níger están precisamente dirigidas a evitar lo que ha ocurrido esta mañana", ha afirmado. "No veo nada de lo que haya que hablar en Níger ni en ningún otro lugar mientas que no seamos capaces de calmar la situación en el terreno", ha añadido.

La MINUSMA ha amenazado con aplicar sanciones contra todos aquellos responsables del actual conflicto. "El creciente número de violaciones (del cese al fuego) preocupa profundamente a la comunidad internacional y supone un riesgo que obstaculiza los avances hacia una paz estable y duradera", ha explicado en un comunicado.

El Gobierno está intentando acabar con una década de levantamientos tuaregs. El más reciente en 2012, cuando los rebeldes tuaregs formaron una alianza con milicias islamistas y tomaron el desierto en el norte del país, propiciando una intervención liderada por Francia que dispersó a los islamistas pero que no los erradicó.

Ahora, la violencia islamista es más que un levantamiento y se expande rápidamente hacia el sur del país, presionando aún más al Gobierno de Malí para que se oponga a la tensión con los tuaregs.

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