MADRID, 12 Abr. (EUROPA PRESS) -
Unas 8.000 personas han tenido que abandonar sus hogares en la ciudad sursudanesas de Wau a causa de la violencia interétnica que se ha desatado en esta semana, que se suman a los 43.000 desplazados ya existentes por el conflicto en la nación más joven del mundo, según ha informado la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Entre el lunes y el miércoles, unas 4.000 personas han llegado al centro de protección para civiles situado cerca de las instalaciones de la misión de la ONU en Sudán del Sur, donde ya había 25.200 desplazados. Otras 3.800 personas llegaron a la Catedral, que alberga a 8.000 personas.
"Con miles de personas con miedo a volver a sus casas, las necesidades humanitarias en Wau siguen creciendo", ha dicho William Barriga, jefe de la misión de la OIM en Sudán del Sur, al tiempo que ha advertido de que es probable que la cifra de desplazados internos continúe aumentando".
La OIM ya ha movilizado equipos a Wau para atender la emergencia humanitaria. La agencia de la ONU ha observado que muchos desplazados que se encontraban en el campo de la iglesia de Nazareth han salido de allí rumo al centro de protección para civiles y a la Catedral, que consideran lugares más seguros.
"Las dificultades de las condiciones de vida en los ya masificados campos para desplazados han aumentado por el flujo de nuevas llegadas, disminuyendo el limitado espacio y los recursos", ha indicado la OIM en un comunicado.
Actualmente, más de 7,5 millones de personas, de los 12 millones de habitantes con los que cuenta Sudán del Sur, tienen necesidades humanitarias, incluidos cerca de cinco millones de personas que padecen inseguridad alimentaria severa.
La ola de violencia en Wau estalló el lunes por la noche, cuando, según el testimonio de residentes locales, milicianos alineados con el Gobierno efectuaron registros casa por casa en busca de miembros de otras tribus que no sean la dinka, a la que pertenece el presidente, Salva Kiir. Ya habría más de 20 muertos.