SANÁ, 22 May. (Reuters/EP) -
El enviado especial de Naciones Unidas en Yemen, Ismail Ould Cheij Ahmed, ha asegurado este lunes que quiere impedir que se registren ataques contra el puerto de Hodeida, al tiempo que ha hecho un llamamiento al Banco Central del país para que mantenga su independencia y siga pagando los salarios en las zonas controladas por los dos bandos enfrentados.
Estas dos cuestiones han sido las principales condiciones fijadas por el grupo de los huthis, que controla la capital del país, Saná, para participar en las conversaciones para tratar de alcanzar un acuerdo que ponga fin al conflicto.
El puerto de Hodeida y su provincia están controlados por los rebeldes huthis y han sido el punto de entrada para el 70 por ciento de los suministros de alimentos y ayuda humanitaria que llega a Yemen.
"El primer tema por el que he venido es intentar impedir de la manera que sea la idea de una operación militar en Hodeida", ha asegurado Ahmed en declaraciones a la prensa a su llegada al aeropuerto de Saná.
Las organizaciones humanitarias llevan semanas avisando de que una operación militar en Hodeida pondría en riesgo la vida de millones de civiles. El Comité Internacional de Rescate ha asegurado que cualquier ataque contra este puerto detendría el tráfico de suministros y tendría "un impacto catastrófico en el pueblo de Yemen".
El cólera ya se ha cobrado la vida de al menos 200 personas en las últimas semanas en Yemen y las autoridades han declarado el estado de Emergencia en Saná, además de pedir ayuda internacional. "Todos ustedes saben que la epidemia de cólera ha aumentado, alcanzado más de 25.000 casos, y que ha habido muchas muertes en menos de dos semanas", ha asegurado el enviado especial de la ONU.
"El Banco Central debe continuar siendo independiente y debe pertenecer a todos los yemeníes y que los salarios alcancen a todos los yemeníes", ha asegurado. Yemen lleva más de dos años sumido en una guerra civil que enfrenta a los rebeldes huthis contra las fuerzas leales al presidente yemení, Abd Rabú Mansur Hadi, que está apoyado por una coalición militar liderada por Arabia Saudí. El conflicto ha acabado con la vida de más de 10.000 personas.
La coalición militar liderada por Arabia Saudí ha acusado a los huthis de estar utilizando el puerto de Hodeida para traficar con armas y munición y ha pedido a Naciones Unidas que despliegue observadores en el puerto. Los huthis rechazan las acusaciones de la coalición saudí.
Los suministros se han reducido en más de la mitad en Yemen, un país con cerca de tres millones de personas malnutridas, de las cuales 2,1 millones son niños, según las estimaciones de la ONU.