MADRID, 26 Ene. (EUROPA PRESS) -
El enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Geir Pedersen, ha denunciado este miércoles ante el Consejo de Seguridad de la ONU que el pueblo sirio "sigue atrapado" en una crisis "inimaginable".
"A medida que avanzamos hacia 2023, el pueblo sirio sigue atrapado en una profunda crisis humanitaria, política, militar, de seguridad, económica y de Derechos Humanos de gran complejidad y escala casi inimaginable", ha declarado.
Por ello, ha insistido en que "este conflicto necesita una solución política", que "lamentablemente no es inminente", ya que "nada más puede funcionar".
"El Comité Constitucional podría abrir puertas y contribuir a un proceso político más amplio", ha señalado, comprometiéndose a apoyar una nueva convocatoria del organismo sin demora, ya que desde mayo de 2022 no se han celebrado nuevas reuniones.
Así, ha reiterado el llamamiento a la calma en el territorio sirio, enfatizando que su prioridad es un alto el fuego a nivel nacional.
Pedersen ha señalado que en 2022 ha habido "tanto momentos de relativa calma como tiempos de escalada". "Pero en otros sentidos, el panorama sigue siendo tan terrible como siempre", ha agregado, denunciando que los "ataques intermitentes han continuado en todas las líneas de contacto".
Por su parte, el director adjunto de la oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Eltahir Mudawi, ha enfatizado que el pueblo sirio "espera legítimamente" el apoyo significativo de la comunidad global.
"Habiendo soportado 12 años de conflicto y crisis humanitaria, se enfrentan al peor año hasta la fecha, con 15,3 millones de personas, casi el 70 por ciento de la población de Siria, que necesita asistencia humanitaria", ha aseverado.
Además, ha pedido apoyo "urgente" de la comunidad internacional, porque los civiles se enfrentan a numerosos riesgos, como un brote de cólera, el frío del invierno, escasez de combustible y altos precios de los productos básicos.