MADRID, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -
El enviado especial de Naciones Unidas para Yemen, Martin Griffiths, ha afirmado este jueves que el fin de la guerra "podría estar cerca", si bien ha reconocido que "a menudo se le acusa de ser optimista".
"No fui yo, si no un muy sabio y alto cargo de la región el que dijo recientemente que esta guerra podría terminar este año", ha manifestado, durante una comparecencia ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
"Me tomo eso como una instrucción", ha señalado Griffiths, quien ha agregado que el país se encuentra en "un momento crucial" y que las partes le han trasladado su "deseo unánime de ver progresos en el camino hacia una solución política, y de verlos pronto".
Griffiths, que se ha reunido en los últimos días con el presidente de Yemen, Abdo Rabbu Mansur Hadi, y los huthis, ha recalcado que "todos aquellos con los que ha hablado han sido claros en que los progresos para lograr los objetivos del Acuerdo de Estocolmo, logrado en diciembre, son cruciales para las posibilidades de que las negociaciones políticas pongan fin a la guerra".
"Nuestro camino hacia adelante está claro y es apoyado por el consenso internacional: aplicar el acuerdo de Hodeida y con esa experiencia e historial, contactar rápidamente con las partes para un acuerdo cuyas líneas son bien conocidas por todos", ha explicado.
Por ello, ha apostado por "pensar juntos en las realidades y oportunidades" existentes y ha hecho hincapié en que la ciudad portuaria de Hodeida (oeste) "es central como puerta del proceso político".
En este sentido, ha aplaudido el acuerdo anunciado el lunes de un acuerdo entre el Gobierno y los rebeldes para aplicar nuevas medidas para garantizar la aplicación del acuerdo de alto el fuego pactado en diciembre y que afecta a Hodeida.
"Los progresos en Hodeida permitirán a las partes trabajar juntas sobre la supervisión tripartita, la recaudación de impuestos y valoraciones conjuntas sobre posibles violaciones del alto el fuego", ha argumentado.
Griffiths ha reiterado que su "esperanza" es que "los progresos en Hodeida permitan finalmente centrarse en el proceso político". "Espero que podamos ver esto antes del final del verano. Yemen (...) no tiene tiempo que perder", ha añadido.
Por otra parte, ha destacado "progresos limitados" en Taiz y la "apertura" de la ciudad "a la vida civil y el acceso humanitario. "Espero que Taiz pueda beneficiarse del apoyo de iniciativas lideradas por la comunidad local para reducir las divisiones de la guerra", ha argüido.
SIGUE HABIENDO "DESAFÍOS"
Pese a ello, ha dicho que siguen existiendo "desafíos" y ha criticado la decisión de un tribunal controlado por los huthis de condenar a muerte a 30 personas acusadas de espiar a favor de la coalición internacional que lidera Arabia Saudí.
"También me preocupa que la situación política y de seguridad (...) está cada vez más fragmentada. Mientras continúa la guerra existe un riesgo considerable de nuevas tensiones, y cada vez sería más difícil reconciliar estas tensiones y resolverlas", ha remachado.
El conflicto comenzó en marzo de 2015 y enfrenta al Gobierno de Hadi, apoyado por la coalición militar saudí, y los huthis, respaldados por Irán. La guerra ha dejado miles de muertos y ha provocado la peor crisis humanitaria en activo.
La guerra de Yemen es considerada la mayor catástrofe humanitaria del mundo y ha arrastrado a uno de los países más pobres del planeta a un escenario de absoluta devastación, hambruna y brotes de cólera.