MADRID 27 Ene. (EUROPA PRESS) -
El enviado especial de Naciones Unidas para Yemen, Ismail Uld Cheij Ahmed, ha afirmado este jueves que "con voluntad política, la guerra en Yemen puede terminar", tras reunirse con las partes en conflicto durante estas últimas dos semanas.
En una reunión en el Consejo de Seguridad de la ONU, Cheij Ahmed ha resaltado que la violencia no es la solución al conflicto, afirmando que las operaciones del Gobierno reconocido internacionalmente y respaldado por la coalición que encabeza Arabia Saudí ha provocado una escalada en los ataques por tierra y aire.
"Los civiles siguen sufriendo de los ataques indiscriminados en zonas residenciales, y estos ataques se han elevado en los últimos días. Los ataques aéreos y combates terrestres han aumentado también en el litoral occidental", ha dicho.
"Estoy convencido de que no es posible encontrar una solución militar", ha recalcado, afirmando que ha presentado propuestas "bien equilibradas" a ambas partes en conflicto.
Cheij Ahmed puso fin el lunes a su visita de dos días a la capital del país, Saná, donde se reunió con los rebeldes huthis y el partido del expresidente Alí Abdulá Salé.
El enviado especial de la ONU se reunió la semana pasada en la localidad de Adén con el presidente del país reconocido por la comunidad internacional, Abdo Rabbu Mansur Hadi.
Una semana antes había mantenido encuentros con miembros de los gobiernos saudí, omaní y qatarí en sus respectivas capitales, para tratar un eventual proceso de paz en Yemen.
EL CONFLICTO
La semana pasada, el coordinador humanitario de Naciones Unidas para Yemen, Jamie McGoldrick, cifró en 10.000 el número de civiles muertos a causa del conflicto en el país, agregando que otros 40.000 civiles han resultado heridos.
El conflicto entre el Gobierno de Hadi, apoyado por la coalición liderada por Arabia Saudí, y los huthis, que cuentan con el respaldo de Irán y junto a los que combaten las tropas leales a Salé, estalló hace casi dos años y ha causado estragos en el país más pobre del mundo árabe.
El conflicto ha destrozado la inmensa mayoría de las infraestructuras de Yemen, por lo que gran parte de la población se ha quedado sin medios de vida y sufre inseguridad alimentaria.
De acuerdo con el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), más de 7,5 millones de niños en Yemen necesitan asistencia sanitaria urgente y alrededor de 370.000 se encuentran al borde de sufrir desnutrición severa.