MADRID, 15 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha acusado este martes a Países Bajos de complicidad en la masacre de Srebrenica en 1995, en referencia a la muerte de 8.000 bosnios musulmanes a manos de serbobosnios durante la Guerra de Bosnia.
"Conocemos a Países Bajos y a los neerlandeses desde la masacre de Srebrenica. Sabemos cómo de débiles e innobles son, ya que masacraron a 8.000 bosnios", ha dicho, según ha informado la agencia estatal turca de noticias, Anatolia.
La masacre de Srebrenica --descrita por Naciones Unidas como un genocidio y que supuso la mayor matanza cometida en Europa desde la Segunda Guerra Mundial-- tuvo un importante impacto en Países Bajos, ya que 'cascos azules' del país destinados a proteger la ciudad no actuaron para evitar las matanzas.
De hecho, el Gobierno del país dimitió en 2002 tras reconocer que se podía haber hecho más para evitar la masacre.
En 2014, un tribunal de La Haya dictaminó que el Estado era responsable civil por no haber evitado la muerte de unos 300 bosniacos a manos de militares serbobosnios.
El tribunal consideró que los 'cascos azules' fallaron al no proteger a estos 300 civiles dentro de su cuartel cuando las tropas bajo el mando del general Ratko Mladic tomaron esta localidad, situada en el extremo oriental de Bosnia i Herzegovina.
Por ello, Erdogan ha recalcado que "nadie debe intentar dar lecciones (a Turquía) sobre civilización". "Su historia es oscura, pero la nuestra está limpia", ha remachado.
En respuesta, el primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, ha tildado de "repugnante falsificación histórica" las declaraciones de Erdogan, en una entrevista concedida a la agencia neerlandesa de noticias ANP.
"(Erdogan) Continúa escalando la situación", ha lamentado, agregando que "su tono se está volviendo cada vez más histérico", tal y como ha recogido la cadena de televisión local RTL.
LA CRISIS DIPLOMÁTICA
La crisis diplomática entre Turquía y Países Bajos se desencadenó el sábado, después de que el Gobierno neerlandés revocara el permiso para el aterrizaje del avión del ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, porque consideró que su visita amenazaba la seguridad y el orden público.
Más tarde, las autoridades impidieron a la ministra de Familia y Bienestar Social turca, Fatma Betül Sayan Kaya, acceder al consulado de Róterdam, adonde había llegado por carretera desde Alemania y posteriormente fue escoltada de vuelta a territorio germano. La concentración ante el consulado de cientos de turcos fue disuelta violentamente por la Policía.
Tanto Cavusoglu como Kaya pretendían reunirse con representantes de la numerosa comunidad turca de Países Bajos, muchos de los cuales tienen doble nacionalidad, para recabar su apoyo a las enmiendas constitucionales que se someterán al referéndum en Turquía el 16 de abril.
Erdogan ha acusado al Gobierno neerlandés de actuar con "remanentes nazis y fascistas", pero Rutte ha respondido que se trata de afirmaciones "locas" y "fuera de lugar".